sábado, 24 de mayo de 2014

Tarde de cine

Voy poco al cine, muy poco en realidad, a decir verdad ni siquiera una vez al año. Pero ayer fui, llevé a mis nietos y a un par de sus amigos a ver una película. Bueno, la elegida (por ellos) fue "Godzilla" (2014)
¿Cuantos años tenía cuando conocí a Godzilla? creo que unos diez. Salí del cine impresionado, en estado de efervescencia, el monstruo, su fuerza, su aparente invulnerabilidad, y la lucha final para vencerlo finalmente. La verdad es que todavía recuerdo algunas escenas, así salíamos del cine, con la película grabada en la memoria.
Cuarenta años después vi un remake. Diferente, por supuesto, la tecnología moderna permitió mejorar los escenarios de cartón y el animal funcionaba mecánica, electrónica y computacionalmente, es decir en forma más natural que la de los rígidos monstruos de antaño.  ¿El argumento? No lo recuerdo mucho, pero es lo de siempre, un monstruo aparece, destruye y, al final, es destruido. De todos modos me entretuvo, además la sola presencia de Jean Reno significó para mi un punto a favor, honestamente.
Pero esta nueva versión me dejó asombrado, realmente asombrado. Salí del cine preguntándome como es posible que se haga una película tan mala. El esquema de la trama es el mismo, un monstruo aparece, destruye y, al final, es destruido ¡momento, hay algo nuevo! los monstruos son dos, nuevos, y el hombre no es capaz de destruirlos, como antes, pero ahora aparece Godzilla, el destructor de antes convertido ahora en salvador de la humanidad.
Ya, está bien, después de todo solo es una película, vamos, pero ¿la evolución humanidad se ha detenido? ¿ya nadie es capaz de escribir un argumento nuevo o por lo menos mejor? Es una pena que las películas de matiné sigan basándose en la destrucción para entretener, que la esencia del cine esté en ver como los edificios caen sobre las personas, ahora, claro que sí, en Tercera Dimensión.
Cualquiera podría pensar que juzgo la película desde el punto de vista de la gente mayor, que ya no traga monstruos ni estadounidenses salvando al mundo, pero la verdad es que los niños, para quienes un monstruo masticando un puente o un edificio aplastando gente es lo máximo, salieron decepcionados, ni su infantil inocencia les permitió tragarse a este moderno Godzilla. 
Bueno, como pueden ver, yo tampoco, pero yo no estaba obligado, después de todo mi deber era solo llevarlos al cine, y eso, yo lo cumplí. 
Creo que ahora quieren ir a ver "Noé". No, por favor, un arca made in USA no, ya fui al cine este año, esperen al próximo si quieren que los lleve de nuevo, ¿Como saben si no habrá una nueva versión de "King Kong"?