sábado, 17 de diciembre de 2011

El amor

Editado por Julia
Siempre existe en el mundo una persona que espera a otra, ya sea en el medio del desierto o en medio de una gran ciudad. Y cuando estas personas se cruzan y sus ojos se encuentran, todo el pasado y todo el futuro pierden completamente su importancia y solo existe aquel momento.
De “El Alquimista” de Paulo Coelho
La definición correcta de amor asegura que éste es un conjunto de sentimientos que se manifiestan entre los individuos capaces de desarrollar emotividad. Una definición correcta y aséptica.
Una vez que lo hemos definido, trataré de clasificarlo Hay amor dramático, prohibido, romántico, platónico, fraternal, carnal, interesado, adolescente, maternal…¡tantos! ¿Pero todos se pueden llamar amor? No lo creo, el amor es único aunque con distintas manifestaciones. Es imprevisible, puede darse a cualquier edad; hechicero, por mucha precaución que tengas, se valdrá de mil tretas para embrujarte; caprichoso como un niño consentido, te marca de quién debes enamorarte aunque la razón intente evitarlo; obsesivo, te hace rastrear al amado/a y seguir sus pasos.. El amor magnifica cualidades y minimiza defectos, es mentiroso, aleatorio y pérfido, ¿Por qué queremos tenerlo siempre a nuestro lado? ¿Es el amor siempre fugaz? ¿Lo que llamamos amor no es más que una maraña de sentimientos de corta duración que se desenreda siempre con el tiempo? ¿No existe el amor si no el deseo sexual? ¿Es algo más? ¿Hasta qué punto puede ser verdad la unión de las almas” Pero, ¿a qué llamamos amor?,¿puede decirse amar a los padres, a los hijos, a los amigos, a nuestro compañero, compañera? ¿Puede existir amor a nuestro perro, o gato, o canario?, ¿y el amor a nosotros mismos es sólo egoísmo?. El tema es mucho más vasto de lo que nos sugiere la primera impresión. Dice Platón que el cielo se mueve por amor ¿acaso Dante argumentaba como Platón, cuando decía que era el amor lo que movía el sol y las estrellas?. ¿Es lo mismo el amor a una persona que amar el trabajo o a la familia? ¿Y el amor a la justicia, a la ciencia, al arte?
Mis reflexiones sobre el amor os las pondré con un ejemplo que he vivido:


No se puede decir que mi tía, con 73 años, buscara el amor. Desde que su esposo falleció, tres años antes, la pena y los recuerdos la invadían. Sus hijos decidieron que el luto duraba demasiado y que debía poner algo de alegría en su vida y la presionaron para que hiciera un viaje con el Imserso acompañada de algunas amigas. En un baile del hotel donde se hospedaban, lo conoció. Fue, según ellos, amor a primera vista. Bailaron, rieron, hablaron y se hicieron cómplices. Hubo besos apasionados y caricias tiernas, frases de amor y tristeza al separarse; mucha tristeza.
Tampoco podría decirse que no luchara para “quitárselo de la cabeza”. Frases como “no es posible a nuestra edad”, “¿qué diría mi familia?” “no me llames más” “debe ser soledad y no amor”…llenaban sus conversaciones telefónicas. Pero el bribón del amor se colaba por cualquier sitio, establecía nudos en los lazos que se querían romper, se escondía en los sitios más insospechados haciéndole que lo recordara. Toda precaución fue inútil, el hombre del viaje del Imserso sacaba la cabeza a poco que se descuidase.
Y se casaron, ese fue el final. Con mohines de desaprobación de familiares y gestos de comprensión de otros. Nadie pensó que era amor; muchos de los segundos creyeron que era un ensayo para ahuyentar la soledad; los otros, locura directamente.
Cuando mi tía me dice que no puede ser más feliz, que a su edad encontró su “media naranja”, el amor de su vida, no un estupendo compañero de viaje como fue su primer marido —y me lo dice de forma que, sé, es sincera por los ojos y la sonrisa— la creo. Y los veo juntos y me lo creo; y los contemplo y no me cabe duda que si los demás se atrevieran a mirarlos sin prejuicios, la creerían. Actualmente, siguen enamorados.
¿Existe la “media naranja” como afirma mi tía? La creencia más popular es la vulgarización del mito platónico de los andróginos. Según este filósofo griego, los seres primordiales eran hermafroditas. Para debilitar su enorme potencial, los dioses los dividieron en dos entidades, originando así los sexos separados. Desde esta perspectiva, el impulso erótico proviene de la nostalgia de esa otra parte escindida de uno mismo. El amor podría definirse como la fuerza de atracción que impulsa a buscarse y fundirse en un único ser a esas dos almas que formaron una unidad primigenia.
Paulo Coelho sustenta esta idea cuando en su novela Brida, el Dr. Brian Weiss opina que la idea de un alma gemela única del sexo opuesto es un mito, como opina Fernando Sánchez Dragó. La terapeuta Mariat Bernabé, directora del Instituto de Formación en Terapia Regresiva, prefiere hablar de "compañeros de viaje" en ese gran recorrido que es la vida. Para ella, la idea de la pareja ideal o media naranja tan sólo es "la expresión de una anhelo humano de contener una totalidad que no halla en su interior".
Yo coincido con Platón en que el amor es el apetito de inmortalidad, y ¿cómo lo consigue? La respuesta no tiene grandes pretensiones moralizantes o metafísicas, sino que arranca por entero del proceso natural del amor físico. La naturaleza logra la perpetuación con la procreación y el instinto sexual. La procreación es el único camino de la naturaleza para perpetuarse, Platón sienta esta misma ley para la naturaleza espiritual: el anhelo de generación no se limita al cuerpo, sino que tiene su analogía en el alma. Y además la fecundidad del alma es muy superior a la del cuerpo, y se manifiesta, sobre todo, en obras de pensamiento, arte, poesía e inventos de toda especie. Las personas dotadas de esta fecundidad según el alma se prendan de lo bello —es el amor de un artista por su creación o por la contemplación o posesión de la belleza— y, ¿sería verdad que por amor, uno se esfuerza en conducir a persona, piedra, o idea hacia su máxima perfección, desarrollando todas sus posibilidades latentes?
Perdonad, tertulianos, si a este texto le falta coherencia o sus ideas están desordenadas… ¡estoy enamorada!
¡Felices fiestas a todos!
Julia

19 comentarios:

  1. Este tema si que es complicado, desde las primeras preguntas. ¿Hay solamente un amor, con diferentes manifestaciones? ¿O existen varios amores?
    Comienzan las dificultades por el idioma, los griegos diferenciaban muy bien entre el agape, el eros y el filos, cosa que nosotros no podemos hacer debido a que tenemos una sola palabra, amor.
    Puede que el amor sea único, como dice Julia, pero con distintas manifestaciones, aunque en principio se vean diferentes.
    Porque sí que hay diferencias entre el amor a los padres y a los hijos, el amor a la patria y el amor a una pareja, sobre todo por la forma en ese amor es (o puede ser) retribuído.
    Porque en el amor filial se puede dar y recibir amor, el amor de una pareja puede incluir el sexo, pero el amor a la patria es un amor de ida pero sin vuelta. Vistos así son distintos.
    ¿Pero cual sería el punto de unión que permita decir que el amor es uno solo?, creo que lo que dice el Evangelio cristiano puede ser una clave: "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos", es decir que el amor es capaz de vencer el primario instinto de conservación y la persona está dispuesta a dar la vida por la cosa amada, sea la que sea.

    De todos modos me cuesta un poco seguir a Julia, sí que se puede llamar al amor mentiroso, porque pone una venda en los ojos haciendo que nos mintamos a nosotros mismos, pero ¿por qué es pérfido?.
    La pregunta ¿Lo que llamamos amor no es más que una maraña de sentimientos de corta duración que se desenreda siempre con el tiempo? ¿qué significa?
    Yo creo que el amor no es algo estático, inamovible, sino más bien dinámico, se mueve, evoluciona, puede crecer o disminuir, cambiar, mantenerse vivo o morir ¿a eso se refiere?.

    Ahora, respecto de la aventura amorosa de la tía, ¿Quienes son los que pensaban que no era amor? "muchos de los segundos creyeron que era un ensayo para ahuyentar la soledad; los otros, locura directamente".
    ¡Pero si eso es el amor también, la antítesis de la soledad! ¡Pero si eso es amor también, una especie de locura! Como dice Góngora en sus versos, todo cambia:

    Gloria llamaba a la pena,
    A la cárcel libertad,
    Miel dulce al amargo acíbar,
    Principio al fin, bien al mal.


    Porque estos versos también se pueden leer al revés, y eso es justamente lo que le sucedió a la tia de Julia, la pena se volvió gloria, lo amargo en dulce y, la vida dejó de parecerle un final para tener ahora un nuevo principio, ¡Claro que es una locura, una hermosa locura!.

    Para finalizar, un poema de 4 mil años de antigüedad, el amor como enfermedad:

    Enfermo, debil y cansado
    yasgo todo el día en cama.
    Mis amigos vienen a verme
    y ella, que con ellos ha llegado,
    es mejor que los médicos
    que debaten acerca de mi.
    Porque solo ella, mi amada,
    sabe cual es mi enfermedad.

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  2. Compañero, intentaré contestar a tus objeciones; espero que no resulte tediosa.

    Jenofonte, dijo:
    “Porque sí que hay diferencias entre el amor a los padres y a los hijos, el amor a la patria y el amor a una pareja, sobre todo por la forma en ese amor es (o puede ser) retribuído.”
    ***Estos tres “amores” —si se les llama con la misma palabra, no somos griegos, nuestro idioma es más confuso— se basan, para mí, en el tiempo y se va desdibujando, con ellos, el interés (en el buen sentido).
    El de los padres es pasado y una forma de retribuirles lo que hicieron por nosotros, es amor de lealtad; el de pareja es presente y quiere reciprocidad en la retribución, es amor de compromiso; el de los hijos es futuro y no espera nada, si viene…¡tan contentos!, si no…¡igual seguimos queriéndolos!, es amor desinteresado y gratuito, el amor perfecto (el que hace, como dijo Platón, que se intente su perfección; no importando la reciprocidad, capaz de dar la vida con una sonrisa. Un amor sereno, potente y altruista), al menos en lo que a la maternidad se refiere. Pero no es pleno, nadie es feliz sólo con él, aunque, si lo conoces, no podrías prescindir de él; te desgarraría más que los otros dos “amores”.
    En cuanto a la patria…directamente, no es amor. Puede ser costumbre, apego, satisfacción de la autoestima (soy X y debo sentirme orgullosos de serlo); amor, no.
    "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos", es decir que el amor es capaz de vencer el primario instinto de conservación y la persona está dispuesta a dar la vida por la cosa amada, sea la que sea.”
    ***Y deberíamos reflexionar por quién seríamos capaces de darla. La vida en toda su magnitud, lo que incluye, no sólo la física, también la dignidad, la pobreza y el sufrimiento; por quién dejaríamos de estar comprometidos con nosotros mismos para hacerlo con otro/s, si es que fuera posible.

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  3. Continuación

    “…pero ¿por qué es pérfido?.
    La pregunta ¿Lo que llamamos amor no es más que una maraña de sentimientos de corta duración que se desenreda siempre con el tiempo? ¿qué significa?...”
    *** Es pérfido, Jenofonte, porque nos hace elegir, a veces, el objeto de amor equivocado, el que puede herirnos o rehuirnos o no ser compatible.
    Es una pregunta, no una afirmación ¿qué es lo que creéis? El amor ¿es efímero o duradero? ¿tiene fecha de caducidad o puede ser perenne?
    Yo, pienso, que el amor puede ser perenne si se trabaja, como todo en la vida humana, y si se muere es fruto más de un abandono o un espejismo.
    “¡Pero si eso es el amor también, la antítesis de la soledad! ¡Pero si eso es amor también, una especie de locura!”
    *** Tienes razón en lo que dice… a medias. No hay sensación de soledad con el amor, tiene atributos que, desde afuera, pudieran parecer de locura; pero no participa ni de lo uno ni de lo otro. ¿La diferencia? No es un paliativo de la soledad, entonces no sería amor, sería una “tirita” para la soledad, perdería su esencia, Aunque algunas de sus manifestaciones puedan parecer locas puedes mantener la coherencia en las otras (trabajo, familia, ideas, reflexiones…). El amor no te lleva a la locura, tiene manifestaciones que, a ojos de extraños, pudieran parecerlo.
    Un saludo.
    Julia.

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  4. Julia, ¿cuales son mis objeciones?, yo no objeté nada de lo que dijiste. Realmente entiendo muy poco, casi nada, de lo que dices en tu respuesta.

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  5. Jenofonte, lo que puse en cursiva pensé que eran tus objeciones; por ello contesté dando mi punto de vista, puede que fueran tus reflexiones.

    ¿No me entiendes? ¡Pues si que estamos bien! Escribo un hilo y no soy clara.
    Un afectuoso saludo.

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  6. Me parece que se ha presentado el tema algo intelectualizado, aunque hay una parte vivencial que nos lo aproxima.
    No busco en Platón la definición de amor, sino en mis sentimientos y en mis reflexiones, alimentadas de las experiencias propias y de las que conozco, aunque no puedo negar que también estén influenciadas por lecturas.

    Definir qué es el amor es difícil porque es volátil. Podría decir que es el estado emocional obsesivo de ese periodo en el que idealizamos a una persona y nos enamoramos de ella. Pero es un estado transitorio de enajenamiento, de desazón, en la que uno se sorprende a sí mismo del insaciable deseo de estar junto al otro. Pero es una ilusión de los sentidos provocada por :
    1 ) “El anhelo humano de contener una totalidad que no halla en su interior”, según las palabras de Mariat Bernabé, que citas en tu exposición, y que me parecen acertadas.

    2) Por un deseo y atracción sexual; esto es puramente biológico; el señuelo para asegurar la continuidad de la especie. Pero también existe sin amor, como el amor puede existir sin sexo, aunque en la etapa de enamoramiento van unidos, independientemente de la edad que se tenga.

    --Definiendo el amor como una pasión arrolladora, opino que solo se da en dos casos: a) hacia una persona en el momento del enamoramiento, y es amor fugaz.
    b) El de las madres hacia los hijos, que suele ser duradero.Y respondiendo a Jenofonte, diría que es el único amor que daría su propia vida.

    Estoy de acuerdo con Jenofonte cuando dice que “el amor no es estático, sino dinámico; que evoluciona y puede cambiar, crecer, disminuir, mantenerse vivo o morir”. Opino que es fugaz – muy a mi pesar-- porque el ser humano también es cambiante.

    Me paro aquí para hacer más ágil el diálogo. Otro día hablaré de
    otros aspectos.

    Que el ruido de estas fiestas os sea leve.(Julia, tú, si estás enamorada, no lo notarás)

    Un afectuoso saludo.

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  7. Creo que nos hemos metido en un lío mayúsculo, desde el momento en que nadie ha podido definir el amor como concepto universal. Habiendo tantas clases de amor, romántico, filial, fraternal, platónico, maternal etc. ¿acerca de cuál es que vamos a conversar? ¿del amor conyugal? porque tendremos que elegir una línea, para no perdernos en discusiones bizantinas.

    Dejando a un lado las clasificaciones podríamos conversar acerca de esa clase de amor de la que hablan los poetas, es decir el amor entre un hombre y una mujer, correspondido o no correspondido, ideal o imposible, el que lucha o el que se resigna. Atención, dejaremos automaticamente a un lado el amor homosexual, es decir que ya estamos tropezando con el primer obstáculo, el de las convenciones sociales, religiosas, las que sean.
    Y así seguiremos metiéndonos en esas arenas movedizas que son el amor.
    ¿Es el amor algo voluntario o algo involuntario? se ama a quién se quiere amar o el amor es algo al azar?.

    Araspas, conversando con Ciro, plantea que el amar es cosa voluntaria y que cada uno ama la que quiere; el hermano no ama a la hermana, aunque ella puede ser amada por otro, porque la ley prohibe ese amor.
    Pero si el amor es voluntario --dice Ciro-- ¿como no se puede dejar cuando se quiere? Porque yo he visto a algunos llorar por causa de un amor.
    *

    Yo creo que el amor es algo involuntario, uno simplemente se enamora, aunque después haya que considerar si ese amor es legal o socialmente aceptable, en caso contrario se transformará en un amor imposible, si es correspondido, claro, si no lo es ya es imposible desde antes.
    De ahí se verá si los enamorados serán capaces de rebelarse y luchar contra la condena.

    En el caso de vida que presenta Julia vemos un ejemplo de un amor que debe luchar contra los convencionalismos sociales ¿por qué? por la edad de los enamorados, por alguna razón la sociedad estipula que para el amor la edad de los involucrados debe estar dentro de unos límites, ni muy mayores ni muy menores, y deben ser, además, relativamente similares; una diferencia de más de diez años ya empieza a ser cuestionada y si es mayor (para cualquier lado) es muchas veces objeto de burla.

    También es objeto de rechazo el amor entre diferentes razas y religiones. Es decir que, aunque el amor es involuntario, solo es aceptable si se mueve entre límites definidos.
    Nadie tiene permiso para enamorarse de la mujer del vecino, puesto que ella "le pertenece" y él "le pertenece" a otra ella. Lo mismo sucederá al miembro de una clase sacerdotal que haya hecho votos de celibato, no puede enamorarse de otra persona porque no tiene esa libertad.

    Entonces, aunque puede ser que la mayoría de las personas piensen que el enamorarse es un acto involuntario, más bien azaroso (el amor es ciego, dicen), si consideran que el desenamorarse debe ser un acto voluntario, se debe dejar de amar a alguien porque es pecado, ilegal o socialmente inaceptable, por ejemplo (Eso, claro, ligado a que el amar no es garantía de ser correspondido, para mayor desgracia).
    Lo del pecado dependerá de la religión, lo ilegal del Estado y lo social de la Cultura en que se viva.

    Nota al margen: Lo de voluntario/involuntario es aplicable a todas las clases de amor, incluídos el amor maternal y el amor fraterno. Se dice, por ejemplo: "si son hermanos tienen que quererse", el "tienen" es una premisa falsa, el amor no es obligación y no por ser hermanos dos personas deben, necesariamente, quererse. Lo que si es cierto es que la sociedad así lo impone, el amor fraterno, claro, el otro amor está prohibido por leyes humanas y divinas (nuestras, no necesariamente las de otros).

    *La Ciropedia.

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  8. Lo que dice Romero, el amor es fugaz ... porque el ser humano también es cambiante es cierto, el amor no dura para siempre. Lo que sucede cuando se ve un amor durar es que ese sentimiento se ha adaptado a los cambios cambiando a su vez.
    Yo me enamoré de mi esposa cuando la vi (amor a primera vista, le llaman), pero mi esposa no es la misma mujer que fue hace 40 años, ha cambiado, como yo también he cambiado.
    Ya no amo a la muchacha de 20 años que conocí una vez, a quién amo es a la mujer de 60 que hoy está conmigo. Nosotros ya no somos los mismos, nuestro amor tampoco, el amor es entonces un proceso continuo, que evoluciona y se adapta, y si no es capaz de eso se termina, muere. ¿Como es que funciona ese amor?, no lo se, es lo que me ha sucedido y yo lo cuento, nada más.

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  9. Dice Jenofonte:
    "Yo me enamoré de mi esposa cuando la vi (amor a primera vista, le llaman), pero mi esposa no es la misma mujer que fue hace 40 años, ha cambiado, como yo también he cambiado.
    Ya no amo a la muchacha de 20 años que conocí una vez, a quién amo es a la mujer de 60 que hoy está conmigo. Nosotros ya no somos los mismos, nuestro amor tampoco, el amor es entonces un proceso continuo, que evoluciona y se adapta, y si no es capaz de eso se termina, muere."
    ***Hablas de dos personas que han evolucionado en la misma dirección. El amor así perdura, otros se quedan por el camino.
    No estoy de acuerdo cuando Romero dice que el amor es fugaz, puede serlo o no, depende de la evolución de la pareja; en la misma trayectoria o no.
    La pasión, la "locura" del enamoramiento termina; el amor, no. Y el impulso sexual, que llevamos por Genética, pueda ser enormemente placentero con esa pareja que ha colmado tus expectativas de vida.

    Un saludo fraternal y mi enhorabuena, Jenofonte. Lo que nos cuentas es lo que yo llamo "amor maduro". Os envidio.

    Julia

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  10. Jenofonte, dices que "nos hemos metido en un lío" con este tema. Sí es que el amor es muy lioso y liante. Pero encima, tú introduces un punto que me parece muy interesante y que complica la discusión.
    Me refiero a si el amor es voluntario o involuntario. O sea si amamos lo que realmente queremos o lo que nos permiten los condicionamientos religiosos,sociales y culturales.Pero lo dejo aquí para no perdernos en derivaciones del tema.

    Creo que deberíamos centrarnos en opinar sobre el amor entre mujer-hombre, y ser concretos al exponerla.
    Ya sabemos que la palabra amor puede aplicarse también en la relación del hombre con el arte,con su vocación, etc. pero también sabemos que lo más común es asociar la palabra amor a las relaciones interpersonales.
    ¿No os parece?
    Hasta otro día.

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  11. Creo, Julia, que el amor, aunque sea "maduro" como le llamas, tiene que tener todavía un poco de "locura", si no es así, si no es capaz de estar siempre presentándose, aunque sea en algún detalle pequeño, como algo nuevo, corre el riesgo (de hecho sucede muy a menudo) de convertirse en amor-costumbre, lo que no será malo, por supuesto, pero carecerá de frescura.
    Se dice que es bueno para una pareja el tener actividades juntos, es posible que sea así, aunque también se pueden tener actividades diferentes, pero para mí lo más importante es tener la capacidad de reír juntos.

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  12. Uno puedo consolarse llamando "amor maduro" a los restos de la hoguera.Sí,todavía desprenden calor las brasas, pero el amor, amor, es otra cosa.
    Y también te digo,Julia, que en 30 años, y en menos,"la evolución de la pareja en la misma trayectoria" es harto dificil a no ser que uno de ellos -por tradición,la mujer- se adapte,resigne o subordine al otro y puedan seguir conviviendo por fidelidad a los vínculos que se han creado entre ellos, o, como también, dijo Luis, por imposición de las circunstancia (o voluntaria)y fidelidad según la propia conciencia.

    Traigo aquí las palabras de Luis escritas en el blog con el título "Recuerdos":

    "Lo que se vuelve a ver ya no es lo mismo: cambia o envejece con el tiempo. Ninguna imagen permanece sin que el paso de los años deteriore su esencia".

    Más de acuerdo estoy con Jenofonte.Le veo más realista; ¡¡ Ojo con lo maduro !!. Si se pasa un punto ya no es comestible.

    Saludos.

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  13. Fany, a veces resultan así las tertulias, pueden irse por las ramas, ¿pero por qué no si la rama es interesante?.
    Cuando Araspas dice que el hermano no ama a la hermana ... porque la ley prohíbe ese amor, lo que está diciendo es que ese amor es posible que exista, pero que, dado que la ley lo prohíbe, debe ser abortado en su inicio (si es que se inicia porque por alguna razón en anticonceptivo de la enseñanza no ha funcionado).
    Así, el amor, aun siendo involuntario, debe ceñirse a leyes, costumbres, convenciones o propósitos.
    Eso es lo que convierte a un amor en algo imposible de concretarse, Romeo y Julieta no podian unirse porque el propósito de sus respectivas familias era continuar con su rivalidad, no solucionarla. Tito y Berenice no podían casarse si no era contraviniendo las leyes de Roma. Eduardo VIII y Wallis contravenian estatutos legales, religiosos y morales. Y esa imposibilidad fue solucionada por dichas parejas de modos diferentes, unos muriendo, otros separándose y otros renunciando a lo que podían renunciar le gustase a quién le gustase.
    Claro que a veces las cosas se complican mucho cuando dos culturas, dos religiones y dos sistemas legales chocan. Eso le sucedió a la cultura polinesica que, a la llegada de los europeos y sus misioneros, tuvieron que aprender que su aceptada y ascentral costumbre del matrimonio entre hermanos se llamaba "incesto", era pecado prohibido por un dios que no era el suyo, penado por leyes de un Estado lejano y ajeno y, por lo tanto la pareja debía separarse y su familia destruirse aunque no pudiesen entender por qué. ¡Uh! me entusiasmé escribiendo parece, pero es que me gusta conversar.

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  14. ¡Claro que cambia con el tiempo, Romero! como tú mismo cambias, pero —y te pongo el ejemplo de Jenofonte— no por eso puede dejar de ser amor.
    Cuando te enamoras de alguien, te enamoras de unas cualidades, de un interior; si a lo largo de la vida, sigues admirando y apreciando lo que valoras en tu pareja (aunque los dos hayais cambiado)y hay reciprocidad en ello, el amor continúa, de otra manera se esfuma. Es lo que quería decir cuando hablaba de "caminar en la misma dirección", no realizar las mismas actividades o tener idénticas posiciones.
    Creo, que confundes pasión con amor. Esa pasión del comienzo se esfuma afortunadamente (imaginate toda una vida con esa "locura", ¡inaguantable!), pero puede seguir quedando la atracción sexual, ella también se transforma como pasa con las comidas. A los ocho años te gustan las pizzas, a los veinte los filetes, a los cuarenta el solomillo y a los sesenta el pescado ja, ja, ja.
    Y tienes razón, Jenofonte, cuando dices:
    "... que el amor, aunque sea "maduro" como le llamas, tiene que tener todavía un poco de "locura", si no es así, si no es capaz de estar siempre presentándose, aunque sea en algún detalle pequeño, como algo nuevo, corre el riesgo (de hecho sucede muy a menudo) de convertirse en amor-costumbre..."
    Que siga habiendo sorpresa, complicidad y risas, es la clave; pienso lo mismo
    .
    De la pregunta que hace Fany, hablaré más tarde.

    Un saludo afectuoso.

    Julia.

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  15. Te contessto, Fany, a tu pregunta.

    Somos el resultado de una opción, entre muchas, determinada. Los condicionamientos religiosos, sociales y culturales, que hemos asimilado y hechos nuestros, son los que crean el sustrato de nuestra personalidad. Es inevitable.
    Asumirás lo que tu razón, educación y experiencia haya representado como válido.

    Como dice Jenofonte, el incesto lo verás como algo ilícito y no podrás pensar en tu hermano, padre o hijo como un hombre; te parecerá una aberración lo contrario.

    Otra cosa es si la pregunta se refiere a si te enamoras de forma voluntaria o involuntaria de un desconocido. Puedo aportarte mi experiencia personal, no sé si puede valer como reflexión general.
    Siempre me enamoré de forma involuntaria si a una voluntariedad te refieres. Caminas por la vida y, "sin venir a cuento", hay un hombre que conoces y (como le pasó a mi tía) no puedes quitártelo de la cabeza. A posteriori, reflexionas la razón para esa obsesión y sacas teorías...que no son válidas, aunque así quieras creerlo.
    Puedes enamorarte de un hombre bajito cuando los que te han gustado siempre son los altos, o de una persona sin cultura cuando "te mueres" por los debates intelectuales o... Siempre hay un rasgo, algo predominante que hace que,esa persona, ocupe tus pensamientos sin importarte los otros rasgos.

    Un saludo afectuoso.

    Julia

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  16. Yo creo que si bien el enamorarse es involuntario, uno no puede decir --de esta persona me enamoraré-- también hay que considerar que es muy posible que existan condiciones que hagan muy difícil enamorarse de una persona determinada o que, al sentir cierto sentimiento hacia una persona en especial, la razón tienda a bloquearlo por diversos motivos, religiosos, morales, éticos, lo que sea, y ese amor muera al nacer (o después de un proceso doloroso pero definitivo).

    Pero también puede suceder, así es de complejo el problema, que la situación sea al revés, como en el ejemplo que pones, Julia, que alguien diga que siempre le han gustado los hombres altos y de pronto se descubra enamorada de uno bajo. Eso puede ser porque la persona "cree" que le gustan los altos, porque la sociedad, la literatura, la propaganda (puede ser) imponen ese modelo. Pero ese modelo impuesto no resiste un sentimiento verdadero, basado en cualidades y no en imágenes.

    Ahora, si el enamorarse es un acto involuntario (aunque condicionado) el des-enamorarse ¿es también involuntario?

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  17. Creo, que el amor y el desamor, surgen de una racionalidad de la que, normalmente, no se es consciente. Te enamoras de una persona, en un momento determinado, por unos atributos que son los que más valoras de un ser humano. Como dice Jenofonte, se cambia a lo largo de la vida y esos atributos que te parecían la excelencia, años después y aunque admitas su valía, no son los que necesitas a tu lado para completarte, o la otra persona se transforma y oculta o pierde los mismos. Comienza el desamor…
    Las personas que hemos tenido una relación dilatada en el tiempo, con una pareja que te hizo sentir plena durante muchos años (en mi caso fueron 20 años de matrimonio), tienden a luchar para que el desamor no les inunde cuando la transformación de ambos y los caminos distintos son evidentes y todo se agrava porque no hay culpas, sólo una evolución no paralela. No hay traición ni hechos graves y, por ello, es desgarrador y, aparentemente, los cerebros de ambos no procesan el cambio ni lo quieren. La costumbre, la cotidianidad, los recuerdos, una historia formada juntos y de la que participan otras personas que han creado (si se tienen hijos) y que forman un todo compacto con uno mismo, hacen difícil tomar decisiones necesarias Pero la realidad —si les queda cariño, lealtad,, agradecimiento por los años que le ofreció su pareja y se respetan (a ellos mismos y a quienes compartieron su vida)— es acabar la convivencia. ¡No hay nada que hacer!, por mucha voluntad que se ponga.
    Toda esta “perorata” no es más que para señalar que el amor y el desamor beben de las mismas fuentes: una racionalidad soterrada y de la que no se es conciente. Al menos es mi opinión.

    Un saludo afectuoso.

    Julia

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  18. Respondiendo a Julia:
    El amor es una pasión; con toda su potencia mientras dura el enamoramiento y va perdiendo fuerza con los años. Lo que le sigue ya no tiene las características del amor y cada uno lo nombra a su manera; lo más frecuente es llamarlo cariño.
    La atracción sexual es también una pasión, un vínculo importante, pero no es amor.Y,al ser algo biológico, también decae con la edad.
    Llegado este momento, ¿qué nombre le damos? ¿Fidelidad, lealtad, cariño, ternura, admiració? Tal vez un poco de todo esto.Pero opino que no es amor.
    Como dejó escrito Lope de Vega en un poema:

    "Quien lo probó, lo sabe".

    Respondiendo a Jenofonte:

    Nadie programa enamorarse.Es el azar que nos pone en contacto con alguien que excita nuestras emociones y nos atrae especialmente; nos enamoramos ,independientemente de si contraviene algún precepto religioso,social ,cultural o doméstico. La continuación es otra cosa:
    ....”Porque yo he visto a algunos llorar por causa de un amor”.(Citado por Jenofonte

    Copio aquí el poema de Lope de Vega que Jenofonte dejó en el tema "Fidelidad", pero que creo es aquí donde corresponde estar.

    Desmayarse, atreverse, estar furioso,
    aspero, tierno, liberal, esquivo,
    alentado, mortal, difunto, vivo,
    leal, traidor, cobarde y animoso;

    no hallar fuera del bien, centro y reposo,
    mostrarse alegre, triste, humilde, altivo
    enojado, valiente, fugitivo,
    satisfecho, ofendido, receloso

    huir el rostro al claro desengaño,
    beber veneno por licor suave,
    olvidar el provecho, amar el daño

    creer que un cielo en un infierno cabe
    dar la vida y el alma a un desengaño,
    Esto es Amor; quien lo probó, lo sabe.

    Lope de Vega
    . . .

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  19. Opino que amor es el cúmulo de emociones que sentimos durante la etapa de enamoramiento y que por ser transitoria, el amor lo es también porque una cosa es consecuencia de la otra.
    Copio aquí parte del diálogo entre Romero y Julia, en el tema Fidelidad, donde ya se habló bastante del amor:

    Romero:
    "¿Cuánto dura ese Amor que escribes con mayúscula?.En cuanto lo bajamos del pedestal, el amor sigue existiendo pero quedan espacios por llenar;en la pareja encontramos felicidad, pero no toda la felicidad y, el azar puede ponernos en contacto con personas tan extraordinarias como nuestro cónyuge, a quien amar también..."

    Julia:

    ***Creo, que cuando “lo bajas del pedestal” se acabó el amor, aunque continúe el cariño o el agradecimiento, o los intereses…Siempre hay un componente de admiración en el amor, no así en el cariño".

    No estoy de acuerdo en que en el cariño no hay admiración.A toda la gente que quiero, la admiro. No en su totalidad, pero sí algunas de las facetas de su personalidad.Y es un cariño y admiración profundos.

    Tampoco creo que "cuando bajamos del pedestal" a alguien se acabe el amor que le tenemos. En esto estoy de acuerdo con Romero: se sigue amando alguna faceta, pero no la totalidad de la persona y en esos casos,podríamos ser receptivos a sentir amor por alguna faceta de otra persona y compartir ambos amores, si no estuviéramos tan condicionados por el modelo social-religioso de amor exclusivo. (recordemos: "no desearás la mujer de tu prójimo"-o el hombre de tu prójimo-).

    ¿Por qué tantas reglas y trabas al amor?.
    Voy a citar unos versos de Antonio Gamoneda, que me gustan mucho:

    "El mundo es grande.
    Dentro de una casa
    no cabe el mundo".

    Saludos a todos.

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