lunes, 31 de diciembre de 2012

De lo milagroso, lo ingenuo y lo perverso.


La Internet sirve para todo, noticias, servicios, comercio, cultura, amistad, propaganda, religión, en fin, para lo que uno quiera usarla.
Pero hay quienes usan este medio de una manera que me molesta sobremanera y es para promocionar o vender productos sin valor a personas desesperadas. 
Porque eso es lo que significa la proliferación de artículos y anuncios que hacen referencia a los remedios milagrosos que curan el cáncer.
Sabemos que esta enfermedad es una verdadera plaga y que a cualquiera le puede tocar, no importan la raza, la condición social, la edad o la forma de vida, ataca sin mirar a quién, es violenta, demoledora, carísima de tratar y sobrellevar y, además, sumamente dolorosa, tanto para el que la padece como para sus seres queridos.
Es por eso que quienes la sufren están dispuestos a aferrarse a un clavo ardiente si eso le promete la curación.
Y la Internet está llena de esos clavos. Puede que haya personas que publican de buena fe, creyendo sinceramente que lo que dicen es verdad, pero también siento que los hay tales y muchos que simplemente son malvados, porque buscan sembrar esperanzas aprovechando la ignorancia, la ingenuidad y la desesperación de las personas.
Así, hay publicaciones que presentan remedios milagrosos, tan milagrosos que pueden curar, haciendo desaparecer, incluso un cáncer terminal.
Tomemos por ejemplo el texto siguiente:

Una sencilla receta basándose en sábila (alóe) y miel de abejas, preparada por UN SACERDOTE FRANCISCANO; causa revuelo en las montañas de Judea.
Este remedio se le debe a un Fraile Franciscano, que lo llaman en Belén; ” Fray Romano “. (de origen brasileño). Actual maestro del seminario de  Belén. Su fama a través de toda Judea, se va extendiendo y como él expresa: Yo curo el cáncer y cualquier persona puede hacerlo, sin hacer milagros, simplemente aplicando los productos que produce la Madre Naturaleza.

Vamos, se podría creer que la mezcla de aloe y miel cura el cáncer, pero hay un pequeño problema que me llama la atención: resulta que en otro sitio dice que el tal fraile enseña en el seminario de Belén de Pará, en Brasil, entonces quién escribió el artículo y quiso sazonarlo con un toque religioso, trasladó el Belén brasileño al Belén de Judea ¿ignorancia? ¿aprovechamiento del sentimiento religioso? sospecho de mala intención.

En otro sitio se encuentra lo siguiente:

El Dr. Simoncini --especialista en cáncer-- se ha rehusado a usar los métodos convencionales, decidiendo administrar a sus pacientes bicarbonato de sodio, con un impresionante éxito en 99 por ciento de los casos de cáncer de seno.
Y el cáncer de vejiga se puede curar en tan solo seis días, por completo, sin cirugía, sin quimio ni radioterapia.
¿Y sabes por qué es tan eficaz y rápido el bicarbonato de sodio?
Porque el cáncer parece ser causado por una severísima infestación de hongos en los órganos internos, permitida por una baja en el sistema inmunológico sea por déficit de vitamina B17, problemas emocionales mal manejados, o una suma de todo.

¡Ay, ay! 99 por ciento de curación inyectando directamente el el tumor una solución de bicarbonato de sodio, eso si que sería milagroso, ¿una cura en seis días? más milagroso todavía, pero qué poco creíble es esa parte de la "infestación de hongos". 
Lo más triste del asunto es que la gente escribe preguntando dónde pueden adquirir la "vacuna de bicarbonato" y como pueden lograr que alguien se la inyecte, tal es su desesperación. A estas alturas mis sentimientos son de indignación en contra del que publicó el texto y de profunda pena por quienes ruegan por un tratamiento que los cure.

Ultimamente apareció otro artículo, alguien me lo "compartió" en el Facebook, y es este:

La guanábana o la fruta del árbol de Graviola es un producto milagroso para matar las células cancerosas. 
Es 10,000 veces más potente que la quimioterapia. 
¿Por qué no estamos enterados de ello?, 
Porque existen organizaciones interesadas en encontrar una versión sintética, que les permita obtener fabulosas utilidades. 

Ahora es una fruta, la guanábana, la que hace el milagro. También podría creerse, ya sabemos que podemos aferrarnos de cualquier cosa, aunque sea un clavo ardiente, pero ¿quién escribe y publica estas cosas? porque este texto es una copia de uno anterior que dice lo mismo pero de una fruta diferente:

El Limón (Citrus limonun Risso, Citrus limon (L.) Burm., Citrus medica) es un producto milagroso para matar las células cancerosas. 
Es 10.000 veces más potente que la quimioterapia. 
¿Por qué no estamos enterados de ello?
Porque existen organizaciones interesadas en encontrar una versión sintética, que les permita obtener fabulosas utilidades. 

Oh, my goddess! ¿es de esperar entonces que proximamente aparezca el mismo artículo, pero refiriéndose a otra fruta distinta? Es posible, pero lo que si es seguro es que estoy desarrollando una aversión creciente hacia quienes publican estas barbaridades, que no solo siembran falsas esperanzas sino que también matan, porque hacen que gente que padece cáncer abandone sus tratamientos, que aunque sabemos que no son totalmente efectivos, por lo menos logran un buen porcentaje de curación.
Como decía, no entiendo el propósito detrás de esto, creo que entre quienes copian, pegan y difunden estos artículos hay mucho de ignorancia e ingenuidad, pero en los que escriben estos artículos y los publican presiento mucho de perversidad.

A vuestra consideración,

Jenofonte

viernes, 31 de agosto de 2012

TOLERANCIA


Tolerar es consentir que algo ocurra y que no sea punible, aunque no estemos de acuerdo con ello. Es reconocer a cada individuo la libertad de pensamiento y el derecho a la palabra para expresarlo y defenderlo.
Ahora bien, opino que:

**Eso no implica aceptación, por parte de los demás, de lo que piensa,  dice o hace alguien. Tolerar no es aceptar.
**Tampoco la tolerancia  significa que todas las ideas y sus símbolos sean igualmente nobles y éticos desde el punto de vista civilizado, democrático y humano.
Por lo tanto:
**Se puede ser tolerante y crítico al mismo tiempo. Tolerar que cada cual se exprese, sin renunciar al debate, ni a rebatir ideas que no consideramos justas, sin poner por eso mordazas –legales o de otro tipo-- a quienes no piensan como nosotros.
** La tolerancia solo es un “no a la represión” y el reconocimiento de un derecho.
Y, sin embargo, hay hechos intolerables. La tolerancia tiene unos límites.

***¿Cuáles son  esos límites?
***Más que tolerantes a ultranza, ¿no tendríamos que aprender  a practicar la intolerancia sin eliminar al contrario?

Saludos



miércoles, 18 de abril de 2012

Sobre la libertad y la decencia

Editado por Julia.


No escribo para todo el mundo. Escribo para la gente que no encaja en él” Jonathan Franzen (Chicago, 1959)


Cuando se preguntaba a los vecinos de Hestweed sobre James, todos respondían que era un espíritu libre. Capaz de abuchear en la calle al mismo alcalde –si creía, lo merecía- aunque ello le costara el silencio administrativo durante años en la petición de una licencia de construcción.
Si tenemos en cuenta su forma de vida, nosotros también le pondríamos el adjetivo. No se había casado porque no creía en un contrato mercantil –que era como él llamaba al matrimonio-, trabajaba de abogado y, como tal, no se plegaba ni a jueces ni a sobornos. Sus hijos fueron educados en su casa, con una profesora tan libre como él. No obstante, los llevaba dia a día a jugar a un jardín cercano con otros niños para que se socializasen.
Sí, podría decirse de él que era libre. Libre para engañar a su pareja con las mujeres de un burdel cercano, porque hacerlo no era un acto punible, sino uno natural de acuerdo con la biología del hombre; hacerlo con la profesora –de la que creía estar enamorado-, sería una deslealtad para la madre de sus hijos, mujer a la que respetaba profundamente por haberlo seguido sin condiciones en su vida de libertad.
James era un hombre justo en su libertad. Decidió no defender a un presunto violador múltiple que fue condenado a muerte por un tribunal igualmente justo y libre. Dos años después, las pruebas irrefutables lo designaron como inocente- James obligó al Estado a dar una cuantiosa gratificación a su viuda. Ella lo escupió y James pensó que había malgastado el tiempo en una desagradecida.
Cualquier acto de su vida podría considerarse libre: votar por el partido que creía necesitaba  la nación, oponerse a no importa qué político que creía corrompido o abogar por mayores fondos públicos para una ONG que intentaba eliminar el hambre de Somalia.
Supo que no era libre cuando su pareja se suicidó, sus hijos, ya mayores, le hicieron saber la tristeza de su infancia. Sin lapiceros de colores ni cuadernos estrenados con los cuadernos del resto de los niños, sin un padre que no hiciera más que enseñarlos de Historia, Política o de cómo ser libres, en lugar de mancharse con barro en partidos de fútbol, con una profesora que le llamó egoísta  antes de darle una bofetada por la muerte de su esposa, con un partido político que se rió en sus narices en el caso de corrupción que salió a la luz pública y a los que él se apresuró a pedir explicaciones y cuando el director de la ONG estaba desparecido con el dinero recaudado.
A pesar de todo, siguió queriendo seguir su trayectoria y puso rumbo al Amazonas donde los nativos, no contaminados por una sociedad moderna, no comprendieron su actitud y lo mataron. Habría que perdonarlos -pensó momentos antes de ser asesinado-. No tenían la inteligencia suficiente para poder ser libres.

viernes, 13 de enero de 2012

Comunicación vía Internet ¿maravilla o riesgo?

Es evidente que en los dos últimos siglos las comunicaciones han tenido una evolución espectacular. El vapor, moviendo al ferrocarril por tierra y a los barcos en el mar, lograron reducir el tiempo de viaje de la correspondencia a niveles imposibles hasta ese momento. Posteriormente el telégrafo hizo las comunicaciones más rápidas todavía. En su novela Miguel Strogoff, Julio Verne ilustró, mediante sus personajes Blunt y Lolivet, como las noticias podían ser enviadas a los periódicos directamente desde el lugar de los hechos, siendo su recepción casi inmediata.
El avión, de uso generalizado desde principios del siglo XX es solo una mejora, sustancial en cuanto al tiempo, pero no diferente de los que significó el ferrocarril.
Pero es con la llegada de Internet que las comunicaciones se masificaron de una forma impredecible, nadie, ni sus creadores, ni el más imaginativo de los autores de Ciencia Ficción imaginó el crecimiento que tendría.
En un comienzo la comunicación via red interconectada estaba destinada al ámbito científico, pensada para que los estudiosos pudieran compartir textos y publicar
información acerca de sus trabajos.
Actualmente, después de una violenta evolución, la comunicación instantánea quedó al alcance de cualquier presona con acceso a un computador.
¿Qué tiene de bueno esto?, de partida la posibilidad de comunicarse con cualquier persona en cualquier parte del mundo, con la posibilidad también de recibir una respuesta de manera inmediata. Esta es la gran ventaja, siendo una adicional el que de cada mensaje enviado queda constancia, es decir que se puede demostrar que se envió un determinado mensaje.
Hay algunos problemas asociados a la facilidad con que se puede enviar mensajes a usuarios múltiples, es decir que de un mensaje se puede enviar copias a un indeterminado número de destinatarios. El problema es que cualquier persona puede enviar uno o más mensajes a un gran número de personas, es decir que es el sueño de los medios propagandísticos, publicidad masiva. Esto puede llegar a ser molesto, cuando el 99% de los mensajes publicitarios que nos llega no nos interesa.
Otro gran problema, tal vez el más grande, es el del anonimato, es decir que detrás de un correo electrónico puede existir una persona o una entidad que decide no declarar su identidad o presentar una identidad falsa con propósitos que pueden ir desde un simple y patológico deseo de molestar a otros hasta la clara intención de provocar un daño, aprovecharse de alguien o simplemente cometer un delito.
Se habla entonces de la vulnerabilidad del sistema, presentando como una gran desventaja el que una persona pueda presentar una identidad falsa y con eso pueda entonces engañar a otra.
Pero yo creo que ese riesgo existe desde que existe la correspondencia. En un intercambio epistolar entre dos personas que no tienen la posibilidad de conocerse personalmente, siempre existió la posibilidad de mentir y engañar presentando una imagen falsa (como en la película El bazar de las sorpresas), por lo que el problema no es propio de la comunicación vía Internet. Lo que si es cierto es que, siendo la Internet tan masiva, el número de mentirosos en acción puede ser muy alto.
Estimo que las ventajas de la comunicación vía Internet son tan grandes que ni siquiera una cierta proporción de mal uso puede ni de cerca desvirtuarla. La posibilidad de comunicarse, rapidamente, con personas que viven en las antípodas, es absolutamente maravillosa. La posibilidad de ser engañados es real, pero la posibilidad de ser engañados no existe solamente en la comunicación vía Internet, sino potencialmente en cualquier medio de comunicación, incluso en el cara a cara, por lo que negarnos el acceso a este medio tecnológico moderno solo por temor a ser engañados de alguna forma, no corresponde, no es razonable.
Opino que la comunicación vía Internet a través del correo electrónico es algo fantástico y que los defectos que puede tener son, inevitablemente, los de la humana condición. La comunicación vía Internet ya se adueñó de nuestras vidas y solo nos queda vivir de acuerdo con eso. Aunque los mentirosos existan creo que, de todos modos, las personas razonablemente sinceras siempre serán la gran mayoría.