lunes, 5 de diciembre de 2011

FIDELIDAD

Siempre he oído hablar de la fidelidad como una virtud, como cualidad que honra a la persona, pero, a veces, se me hace confuso el concepto.

-En el terreno filosófico se habla de fidelidad a las ideas e ideologías , sean estas políticas, sociales o religiosas, y de fidelidad a uno mismo, a la conciencia y ética personales.

-En el terreno de las relaciones humanas, se habla de la fidelidad conyugal y hacia los amigos.

Pero... ¿Qué es la fidelidad?

Para iniciar el debate, formulo algunas preguntas –tal vez provocadoras-y algunas opiniones propias y otras comunes en nuestra sociedad.

-En el terreno filosófico: la fidelidad a ultranza,tomada como valor absoluto:
*** ¿No sería más bien inmovilismo?.
***¿No sería negar que el pensamiento y nuestra manera de ver la vida evoluciona?

Todos hemos oído hablar de “cambio de chaqueta”, o de “traición”, cuando uno rompe la fidelidad a las ideas que en otros momentos defendió.

-En las relaciones humanas : ¿Qué es la fidelidad conyugal?

*** ¿Es la exclusiva de relaciones sexuales mediante contrato indefinido?

Únicamente se habla de infidelidad conyugal cuando hay relaciones sexuales extramatrimoniales. Hasta el punto de que, si uno reprime su deseo hacia otra persona y no se llega a una relación íntima, se considera que la fidelidad está a salvo.
*** ¿No se podrían considerar infidelidad las fantasías sexuales, con una persona a la que se ama en secreto para evitar problemas dentro de la pareja?

*** ¿Por qué se es tan estricto en esta forma de entender la fidelidad como un amor exclusivo y excluyente?
Muchos matrimonios se han divorciado única y exclusivamente por esta causa. Cualquier desavenencia se tolera, excepto la llamada infidelidad.
Visto así, es una jaula en la que se encierran los sentimientos. Un corsé opresor de la naturaleza humana.O peor: la idea subyacente de posesión del otro. Se acepta la amistad, incluso una íntima amistad, fuera de la pareja pero el cuerpo tiene un dueño o dueña. ¿Por qué?

Opino que la fidelidad es una actitud, basada en los sentimiento , los vínculos que de ellos se derivan –no exclusivamente el sexual- y la determinación de compartir la vida con alguien –en el caso del matrimonio- o de determinados aspectos de la vida, en el caso de una amistad íntima.

Saludos

37 comentarios:

  1. Bueno, la definición que da el diccionario es bastante ambigua.
    Fidelidad: Lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona.
    La palabra lealtad nos lleva directamente a lo primero planteado, es decir la fidelidad a una idea política, social o religiosa. Siempre se ha elogiado la lealtad heroica, esa que hace que la persona leal sea capaz de perderlo todo en aras de una promesa, un juramento o un lazo de algún tipo.
    Pero, como dices, ¿entonces no podemos cambiar de opinión, evolucionar, crecer?.
    Lo del "cambio de chaqueta" o "traición" tiene algunas aristas, va a depender del lado desde que se mire, desde un lado el sujeto que cambia de chaqueta será "un traidor" y desde el otro "un héroe". Así mismo, el que se mantiene en su lealtad, desde un lado será "un fanático" y desde el otro "un valiente" o "un santo".
    ¿No es complicado? Porque también hay maneras y maneras de cambiar de chaqueta, una que podría ser motivada por un cambio de pensamiento y otra que podría serlo por el vil metal, no es lo mismo.
    En mi caso personal yo fui calificado en algún momento (supongo que todavía por algunos) de "desleal" e "infiel", porque en un momento de mi vida, perteneciendo a un sector político tomé la decisión de pasarme al bando contrario, y en otro momento abandoné la Iglesia a la que pertenecía para integrarme a otra. ¿Los motivos?, bueno, tengo la capacidad de razonar y usándola es que tomé la decisión de cambiar.
    Claro, los que me recibieron me felicitaron por cambiarme al lado correcto, los otros me afearon que me fuera al lado incorrecto... Vamos... Cuán relativo es entonces el concepto.

    En cuanto a la fidelidad conyugal, esa es harina de otro costal, muchas veces de un costal religioso, lo que complica más las cosas. Hay códigos que son extremadamente severos, el Evangelio dice que se puede ser culpable hasta con el pensamiento (eso deja a la casi totalidad del género masculino condenado). Otros son muy severos sobre todo con uno de los sexos, con el otro no tanto. Otros códigos, como el de Hammurabi, contempla excepciones.
    Esto nos lleva más o menos al mismo punto en que llegamos en el primer aspecto, ¿puede haber una infidelidad conyugal plenamente justificada? No interesa que ciertas religiones digan que no, lo planteo desde el punto de vista humano, yo creo que si.

    Saludos.

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  2. Dice Jenofonte:
    “Bueno, la definición que da el diccionario es bastante ambigua.
    Fidelidad: Lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona.”
    Y, creo, que lo ambiguo del término está en esa identidad que no es tal.
    — La lealtad es un valor moral mientras que la fidelidad es un valor social.
    — La fidelidad es limitada (a una persona, a una causa, a una ideología), la lealtad es general.
    La dos deberían tener un punto de contacto: No engañar, algo que, en el caso de la fidelidad, con frecuencia, se incumple.
    El ser humano evoluciona: por la edad (lo que era válido a los quince años, no lo es a los cuarenta), por sus propias experiencias y por su trayectoria vital. La fidelidad se acomoda a estas tres circunstancias (o debe hacerlo) como proceso de maduración humana. Es lo natural. La fidelidad es cambiante o no, de acuerdo con estos parámetros. La lealtad, no.
    Romero, no es inmovilismo ni dinamismo; es, una u otra, consecuencia de tu camino en la vida y de los distintos datos que ella te ha proporcionado.
    Pero ¿qué pasa con la fidelidad conyugal? Aquí el asunto se complica por múltiples razones:
    1.Por el tipo de relación entre la pareja.
    2.Por el enjuiciamiento que uno hace del otro.
    3.Por la madurez de los integrantes.
    Y esto nos lleva, inevitablemente, al concepto de lo qué es un amor maduro: el que los que lo componen no dependen de nadie para ser feliz, que se sienten seguros de si y se aman como seres humanos, para luego poder amar a alguien. El amor maduro implica independencia emocional.
    Otro amor, imperfecto, nos llevará al error de querer ser fieles a toda costa, incluso sometiendo al amor como un medio para lograr la fidelidad. No se ama para ser fieles: se es fiel para amar más y mejor.

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  3. Continuación

    En la mayoría de los casos, las personas son infieles cuando la relación que tienen no alcanza sus expectativas o cuando el proceso de conquista, crecimiento mutuo y búsqueda de metas coincidentes, no existe; puede que haya cariño, gratitud, comodidad...pero no amor. Cuando éste existe, la infidelidad física no tiene cabida. Nadie pone en peligro el Amor por un deseo físico, nadie maduro, por supuesto; a no ser que la otra persona no sufra con ello, que lo considere en la medida que es: comer un bombón, de vez en cuando, cuando no eres diabético.
    Lealtad no es seguir, para mí, aferrado a algo inexistente, es hablar con sinceridad a la otra persona de la evolución de sus sentimientos, es no engañar simulando algo que despareció, es dejar a la otra persona que elija su futuro. Para ello, debes quererla mucho (aunque no la ames) y tenerla en alta estima; que la creas capaz de seguir su camino sin ti; aunque, moralmente, siempre estés para socorrerla, ayudarla y apoyarla como se debe a una persona con la que has compartido vida, sentimientos y familia, según la lealtad que la debes.

    Un buen hilo, Romero, que me atrapó.

    Saludos cordiales a todos.

    Julia

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  4. Opino que la fidelidad a ultranza es negativa;supone ser incondicional pese a todo;eso lo veo como de mentalidad cerrada, que se niega a analizar las cosas con sentido crítico.
    No se traiciona por cambiar de valores, y de creencias. Solo puede llamarse así cuando se cambia por interés, para obtener un beneficio personal de otros. Pero, si nuestras ideas nos parecen justas, aunque no sean las imperantes en la sociedad,lo correcto es ser fiel.
    Opino que, en este terreno la fidelidad consiste en permanecer y actuar en consecuencia con las creencias personales.

    Más difícil es definir la fidelidad en las relaciones humanas, sobre todo en las conyugales, donde estoy de acuerdo con Romero, en que este concepto se reduce a lo sexual, dándole un valor que, a mi juicio, no tiene.
    ¿Es el cuerpo lo más importante de la persona?¿Por qué tanto agravio en que se tenga una relación íntima extramatrimonial?.

    No somos únicos; es el azar que nos pone en contacto con la persona que elegimos para vivir en compañía, pero otras muchas con las mismas cualidades, o mejores, circulan por el mundo y podemos encontrarnos con ellas en cualquier momento.¿Por qué torturarse reprimiendo los impulsos que llevan a ella?.
    Coincido con Jenofonte en que una relación extramatrimonial puede tener su justificación y debería aceptarse, porque los sentimientos y el deseo de amar no se constriñen al amor de una sola persona.
    Sinceramente: ¿Quién no ha sentido amor y deseos de abrazar a alguien que no es su cónyuge?.

    Son conocidos casos, como el Mitterrant, que mantienen incluso una relación continuada fuera de la pareja; y el de Stephan Hesel (el inspirador del movimiento Indignaos), que tiene una amante con toda la naturalidad del mundo,sin que se hable de infidelidad.

    Creo que esa fijación en el sexo, es una actitud
    de posesión; de creernos dueños del cuerpo del otro, como dice Romero y valorar, por encima de todo, esta pequeña parcela del ser con el que convivimos.

    Saludos.

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  5. El problema es aparentemente simple si la fidelidad es definida como "no tener relaciones sexuales con una persona distinta del cónyuge".
    De ahí en adelante el problema comienza a complicarse cuando se trata de definir las cosas, como quedó claro durante el affaire Clinton, el sexo oral se considera una relación sexual, el eufemismo usado en ese entonces, "relaciones impropias" no sirve.
    Pero, un beso en la boca, que no es una relación sexual ¿constituye o no constituye infidelidad?
    ¿Tiene que haber también una clara intención?
    Ahora, de acuerdo a lo que mencionaba en mi comentario anterior, el concepto religioso (cristiano) de infidelidad abarca incluso el simple desear o imaginar, ¿como no mirar tanto escote o minifalda?, ¿como ir a la playa sin mirar?, puede que Pablo de Tarso pudiera resistir, pero creo que la mayoría de los hombres no. Es decir que de acuerdo con eso practicamente todos los hombres hemos sido, somos o seremos infieles en algún momento, aunque en realidad no exista un daño real.
    La infidelidad es, de todas maneras, el rompimiento de una promesa, ante el altar, ante el juez o ante el que corresponda, se promete "ser fiel", pero no queda explícito que ese "ser fiel" se refiera a la conducta sexual, se supone que queda implícito.
    Pero yo creo que la fidelidad, tal como se promete, va más allá de lo sexual, una persona puede ser muy "fiel" porque jamás ha tenido contacto sexual con otra durante el matrimonio, pero puede haber sido completamente "infiel" a su pareja si durante el matrimonio le oculta deliberadamente algunos aspectos que podrían ser significativos, como sus relaciones anteriores al matrimonio, heterosexuales u homosexuales, hijos habidos o problemas legales; donde trabaja, cuanto gana, ¿o
    es que ocultar esa información no constituye una evidente falta a la fe que se debe a la otra persona?.
    Es posible entonces que la infidelidad no sea solamente un asunto físico, aunque este aspecto sea el más evidente.

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  6. Una observación al margen. Es sabido que el famoso Código de Hammurabi, era muy drástico en las penas administradas para todos los delitos (por eso de la ley de la compensación, tanto daño causas, tanto recibes), la mujer adúltera era condenada a morir ahogada, a menos que la perdonara el marido, pero es muy significativo que el Código considerara algunos casos especiales, como por ejemplo si el marido caía prisionero en la guerra, la esposa podía, para subsistir, unirse a otro hombre sin ser considerada adúltera. Tampoco caía en ese delito si el marido no le proveía los medios de subsistencia, es decir, la abandonaba. Creo que esa consideración es muy humana, toma en cuenta que la otra parte no cumplió (por fuerza mayor o deliberadamente) una parte importante de las promesas que involucraba el matrimonio.
    Puede que esto no venga a cuento, pero me pareció interesante consignarlo.

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  7. Creo que nos estamos centrando demasiado en la infidelidad física conyugal y poco en la lealtad.
    Creo, que la fidelidad (en general, no solamente con la pareja), depende de tantos parámetros (el tiempo, la trayectoria vital, la experiencia adquirida, las fluctuaciones sentimentales, el periodo en el que se halla el sujeto, su problemática anímica…¡ufff!) que una valoración moral no tiene sentido. Como expresé en el primer post, la fidelidad es social y, por tanto, cambiante. Algo éticamente sin discusión (tienes razón Jenofonte, al decir que un individuo puede cambiar de religión, opción política, amigos, esposa o vida, si ello va contra los principios morales de su presente, fruto de su evolución con el tiempo).
    Pero ¿qué pasa con la lealtad? Una persona se debe a sus compromisos y el primer compromiso que se establece es con uno mismo. El azar (para mi es cierto, Calotipo) hace que encuentres en tu camino una opción y seas fiel a ella, la lealtad hace que cambies esa opción cuando no sea la que tus sentimientos o razón te dicten, asumiendo las consecuencias que ello puede traer.
    Tú, Jenofonte, asumiste esas consecuencias, otros (en los que los intereses materiales no estaban) también. Mi admiración por tu valentía y mi respeto. Pueda que no se comprenda o no se quiera comprender, pero (y aquí sí me “desnudo”) me parece reprobable esta actitud, la desprecio.
    La lealtad implica una serie de obligaciones, pero no el manejo de nuestra escala de valores ni de nuestros sentimientos. No me parecería bien que una persona que ha sido confesionalmente católica, “arremetiera” contra el catolicismo, pero sí que juzgara los aspectos que él considera ominosos de ella. Tampoco me parecería bien que una persona olvidase las necesidades de la que ha sido su pareja y su compromiso con ella que, privada o públicamente, estableciera. Pero lo que me parecería de ambas opciones más inmoral es la falta de sinceridad; continuar, por otros intereses, el camino que se trazó hace años aunque, racional, moral o emotivamente, no los sienta, El engaño es, dentro de los valores personales, lo que más detesto y más estúpido me parece.

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  8. Continuación

    Hace poco, escuché una entrevista a Asunción Balaguer, esposa de Francisco Rabal, diciendo que las infidelidades de su esposo (múltiples y a lo largo de los años) con mujeres, él ya se lo había advertido antes de casarse y ella lo aceptó. No tenían importancia, eran los bombones de los que hablé en un anterior post, pero cuando se enamoró de una mujer, quiso pedir el divorcio. Me parece un ejemplo de madurez y coherencia. Ella por ser consecuente con su dignidad y con el compromiso adquirido; él; por la honestidad con la que fue leal al ser sincero con sus sentimientos a los que nadie (incluída su esposa) podría tener acceso.
    La lealtad, para mí, no es más que la autenticidad y la sinceridad con uno mismo y con los que quieres, el resto…son palabras.
    Un saludo afectuoso.
    Julia

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  9. De acuerdo con Julia en la diferencia fidelidad/lealtad.Esta emana de la ética personal y opino que es un valor universal.La fidelidad proviene de un modelo social que puede variar en diferentes culturas.

    Sobre el "amor maduro",disiento en que "no necesita de nadie para ser feliz".
    Siempre necesitamos a los demás.La felicidad no puede estar enlatada en la pareja.
    Además, creo que se contradice con la afirmación de que : "El amor maduro implica independencia emocional", con lo sí estoy de acuerdo.

    Sobre infidelidad conyugal:
    Dice Jenofonte: "es el rompimiento de una promesa, ante el altar, ante el juez o ante el que corresponda, se promete "ser fiel", pero no queda explícito que ese "ser fiel" se refiera a la conducta sexual, se supone que queda implícito".
    ** No estoy de acuerdo.Toda promesa puede romperse por diferentes motivos, sin que se tenga que considerar infidelidad.
    -Y continúa: "pero puede haber sido completamente "infiel" a su pareja si durante el matrimonio le oculta deliberadamente algunos aspectos que podrían ser significativos, como sus relaciones anteriores al matrimonio, heterosexuales u homosexuales, hijos habidos o problemas legales; donde trabaja, cuanto gana, ¿
    ¿O es que ocultar esa información no constituye una evidente falta a la fe que se debe a la otra persona?."

    ***No.El pasado es su vida privada y puede o no revelarla, o solo hacerlo en parte.Si hay hijos, es diferente, porque el cónyuge los tendrá que adoptar.Y las cuestiones laborales no veo interés ni posibilidad de ocultarlas.
    En todo caso, estas conductas entrarían en lo que Julia ha señalado como falta de lealtad.

    Dice Julia: "La infidelidad se produce cuando la relación no alcanza sus expectativas.
    Cuando éste existe,(el amor) la infidelidad física no tiene cabida. Nadie pone en peligro el Amor por un deseo físico, nadie maduro, por supuesto; a no ser que la otra persona no sufra con ello, que lo considere en la medida que es: comer un bombón, de vez en cuando, cuando no eres diabético".

    *** Dicho así, me parece que esa llamada fidelidad no es más que cálculo de cuánto se gana o se pierde; una postura interesada,para no afrontar problemas.
    *** Disiento en ver una relación extramatrimonial como "un bombón", etc.Puede ser una relación prolongada física y sentimental,con enamoramiento, y, mientras dura ese estado emocional,creo que se merece un respeto.Opino que se puede amar a más de una persona a la vez, como dice Calotipo, y que lo que enturbia estas
    situaciones son los celos y la idea de posesión del otro, como dice Calotipo.

    Solo en la etapa de enamoramiento no se está receptivo a otros amores, debido a la idealización que se hace de la persona amada.Pero, Julia, ¿Cuánto dura ese Amor que escribes con mayúscula?.En cuanto lo bajamos del pedestal, el amor sigue existiendo pero quedan espacios por llenar;en la pareja encontramos felicidad, pero no toda la felicidad y, el azar puede ponernos en contacto con personas tan extraordinarias como nuestro cónyuge, a quien amar también, como dice Calotipo.

    Lo dejo aquí, porque los comentarios muy largos son difíciles de responder.Y con este ya me he pasado.

    Saludos a los tres.

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  10. Respondo a esto que dice Jenofonte:

    El problema es aparentemente simple si la fidelidad es definida como "no tener relaciones sexuales con una persona distinta del cónyuge".

    ***Exactamente, es una simpleza; como dice Calotipo es dar excesiva importancia a esta pequeña parcela de nuestro cónyuge.

    "De ahí en adelante el problema comienza a complicarse cuando se trata de definir las cosas".
    -..."Pero, un beso en la boca, que no es una relación sexual ¿constituye o no constituye infidelidad?"

    *** Estos besos forman parte de las relaciones íntimas y, socialmente son considerados como infidelidad.

    "¿Tiene que haber también una clara intención?"

    *** ¿De qué?.No se besa en la boca para fastidiar al cónyuge, sino por un deseo de intimar y de intercambiar pasiones sobrevenidas o anteriormente soñadas y apetecidas.

    -..." El concepto religioso (cristiano) de infidelidad abarca incluso el simple desear o imaginar".

    *** Así de estricta es la moral religiosa.La humana, sin adjetivos, es más flexible,más hipócrita tal vez;mientras los amantes no se hayan desnudado y gozado mutuamente de sus cuerpos,"no llegará la sangre al río" y la fidelidad conyugal nadie la pondrá en duda.

    De todos modos,me parece una simpleza restringir el sentido de la palabra fidelidad,al sexo.
    Así como que se piense que amor y sexo van necesariamente juntos.
    Todo amor necesita el tacto, acariciar, sentir al otro,pero no siempre hay sexo.Lo mismo que puede darse una relación sexual porque físicamente nos gusta esa persona.
    ¿Y qué?. En un caso seríamos fieles y en el otro infieles. No lo tengo claro
    *** ¿O será que nos han educado en la idea de posesión y dominio sobre el otro?...

    Un saludo a todos.

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  11. Romero, cuando dices:
    "….Opino que se puede amar a más de una persona a la vez, como dice Calotipo, y que lo que enturbia estas
    situaciones son los celos y la idea de posesión del otro, como dice Calotipo."
    ***No puedo concebir dos amores a la vez, puedo hacerlo con un amor y un enorme cariño; no dos amores. El amor, según mi concepto, es excluyente.
    Admito cualquier tipo de relación consensual y leal, en el que todas las partes estén de acuerdo. En los dos casos que nos menta Calotipo es así. La esposa de Miterrand y su amante conocían y aceptaban la situación; pero ¿qué pareja que se ama, sin existir intereses de cualquier tipo, lo haría? Aunque tengo mi opinión, la esposa y él mantenían una relación de cariño; la amante y Miterrand una de amor; solo así creo pueden ser compatibles y aceptadas.
    También dices:
    "¿Cuánto dura ese Amor que escribes con mayúscula?.En cuanto lo bajamos del pedestal, el amor sigue existiendo pero quedan espacios por llenar;en la pareja encontramos felicidad, pero no toda la felicidad y, el azar puede ponernos en contacto con personas tan extraordinarias como nuestro cónyuge, a quien amar también, como dice Calotipo."
    ***Creo, que cuando “lo bajas del pedestal” se acabó el amor, aunque continúe el cariño o el agradecimiento, o los intereses…Siempre hay un componente de admiración en el amor, no así en el cariño.
    "Sobre el "amor maduro",disiento en que "no necesita de nadie para ser feliz"."
    ***Cuando digo de “nadie” no me refiero a amistades o familia, si no a una persona que complemente tus objetivos de vida, una pareja; porque ya la tienes.
    ***Cuando digo que implica independencia emocional me refiero a llenar los huecos que toda persona necesita sin que ellos tengan que ser coincidentes con los de tu pareja. La persona, para mi, sustenta su felicidad espiritual en tres pilares: pareja, familia y amigos. Los tres se unen para el bienestar anímico. Si falta alguno de ellos, la felicidad será parcial (no digo que no se tenga, pero no plena).

    Un saludo afectuoso.
    Julia

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  12. En mi opinión, fidelidad y felicidad, dos términos aparentemente distintos, no pueden estar más unidos. Fidelidad y coherencia; sin la una, la otra pierde su sentido, siendo así, que la felicidad íntima depende de la coherencia y esto nos lleva a tener que ser fieles con nosotros mismos, si buscamos una felicidad interior, que nos deje vivir tranquilos.
    He visto a demasiada gente infeliz, por haber cambiado la fidelidad coherente de sus ideas, tan solo por dinero, por orgullo o por odio.
    No hay nada más gratificante que madurar consecuentemente, ir puliendo las caras del mineral que nacemos siendo, aunque acabemos por ello, afilando las aristas, hasta hacerlas cortantes e incluso hirientes.
    Pocos nacen diamantes, para ser innecesariamente pulidos, prefiero los yesos, a los que el tiempo otorga más transparencia, sin haberlo perseguido.
    No se puede ser fiel con las ideas de otro, por mucho que en un momento dado, hallamos coincidido.
    Cada uno crece, según las fuentes de las que halla bebido y aunque el líquido elemento sea el mismo, al mearlo huele distinto.
    Si me llaman traidor, que sea por traicionarme a mi mismo, que a los demás pocas cuentas daré, cuando mi muerte sea testigo.

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  13. A veces, el diccionario no abarca la realidad de las palabras.Esto ocurre con la definición de fidelidad.
    O, tal vez seamos nosotros quienes reducimos o ensuciamos los asépticos significados que la RAE nos ofrece.
    -¿Fidelidad es lo mismo que lealtad?

    -Es la lealtad el sustituto de la fidelidad, como creo entender en el comentario de Julia?

    -En el terreno de las ideologías, se puede ser infiel a un Partido, y leal a las ideas que, teóricamente, proclama. Porque una cosa es la estructura burocrática y otra su ideología, con la que se puede estar de acuerdo,en líneas generales.

    -En la amistad,es necesaria la lealtad: sinceridad, apoyo mutuo, discreción en la crítica en presencia de otros y no defraudar la confianza que se nos da.

    -En las relaciones de pareja, limitar la fidelidad al sexo, es una deformación de su significado. Es curioso que, respecto a otros comportamientos enfrentados a los del cónyuge, solo se consideren falta de lealtad, pero no de fidelidad.

    -Romero, observo mucha “manga ancha” en algunos de tus planteamientos.O...¿es que quieres provocar?. Es una forma de “tirarnos de la lengua”. Está bien, pero me queda la duda de si realmente te crees lo que dices. No es fácil compartir amores. O, tal vez sí lo sea, cuando uno lleva muchos años recorridos y ha desmitificado esa “sagrada institución” del matrimonio y cree que otra forma de relación es posible, en otro mundo también posible, pero lejano.

    Saludos.

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  14. Todos se han explayado tanto que se hace dificil comentar cada uno de los puntos que cada participante de esta conversación ha querido destacar.
    En realidad el tema da para mucho, pero creo que en esto de la fidelidad conyugal prima por sobre todos los aspectos, ya sean legales o convencionales, la opción personal.
    Porque frente a una situación de este tipo, es decir la necesidad de incumplir una promesa hecha, las personas tomarán diferentes caminos de acuerdo con sus propias convicciones o necesidades. Hay quienes, cuando se dan cuenta de que ya no pueden mantener su promesa, lo declaran así y con dolor o sin dolor para cualquiera de las partes dan por terminada la relación. Otros, por presión social o por convicción religiosa decidirán mantener la relación aparentando que están empeñados en cumplir la promesa de fidelidad que alguna vez adquirieron y que fueron incapaces de mantener.
    Otros mantendrán la promesa hasta el final --y aquí entramos a lo anecdótico-- se negarán a si mismos la posibilidad de rehacer su vida con otra persona, aunque su pareja haga años que se fue de su lado, porque se sienten ligados por la ley divina o porque temen el castigo eterno.
    Entonces, aunque en su momento todos estamos seguros (¿qué enamorado no lo está?) de que lo que prometemos será para siempre, es indudable que la vida tiene muchas vueltas y nunca se sabe realmente que sucederá.
    El problema está en ese punto, en el prometer que cumpliremos algo en un futuro que no sabemos si existirá. Es un error.
    El problema es complejo porque su color dependerá del cristal con que se mire. En el ejemplo que pone Julia, claramente no hay infidelidad, puesto que hay en la pareja un acuerdo tácito de aceptación de la situación. Pero sí hay infidelidad al parecer de una persona que, mirando desde afuera, decide aplicar a los otros sus propias leyes y convicciones. Lo que para los afectados es una situación aceptada, que no les impide tener una buena relación y ser, en la medida de lo posible, felices, para el otro es una situación de condenable pecado. Puntos de vista solamente.
    Después entraríamos en el aspecto más duro, el de las consecuencias que puede tener una infidelidad. Aquí entra el concepto de la propiedad, para muchos el prometer amar, respetar y etc. al otro implica también convertirse en su dueño ¿y a quién le gusta que le quiten lo suyo?, claro, también hay amigos de lo ajeno, que buscan quitarle al otro lo que es suyo. Entonces, las personas son dueñas de la otra, si un hombre tiene una relación sexual extramatrimonial, aunque sea una solamente física, sin ningún compromiso emocional, se dice que "engañó" a su esposa, ¿en qué la engañó?, en que le prestó a otra mujer una parte de su anatomía que es propiedad exclusiva de su mujer, también puede ser al revés, pero socialmente la infidelidad masculina es más tolerable que la femenina, vaya.
    El tema da para mucho, como que de él se han alimentado la literatura y los humoristas durante milenios.

    Eres el querido de Aufidia, tú, Escevino, que fuiste su marido. El que había sido tu rival, él es el marido. ¿Por qué te gusta la mujer ajena, la que no te gusta siendo tuya?
    Marcial

    P.S. Romero, disculpa, pero hay mujeres que han tardado muchos años en saber que sus esposos tenían dos trabajos, al parecer es algo dificil de ocultar pero no imposible de lograr. Hay quienes se las han arreglado también para tener dos familias, pero eso entra ya en lo anecdótico.

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  15. Pepe Herrero dijo:
    “No hay nada más gratificante que madurar consecuentemente, ir puliendo las caras del mineral que nacemos siendo, aunque acabemos por ello, afilando las aristas, hasta hacerlas cortantes e incluso hirientes.
    Pocos nacen diamantes, para ser innecesariamente pulidos, prefiero los yesos, a los que el tiempo otorga más transparencia, sin haberlo perseguido.
    No se puede ser fiel con las ideas de otro, por mucho que en un momento dado, hallamos coincidido.ª
    ***No puedo se más coincidente contigo, del principio al fin. El proceso de maduración lleva consigo heridas, el ser leal a uno mismo trae dolor (a uno mismo y a las personas que nos/se quieren); pero la gratificación es enorme. A mi edad, no sabría cómo hacerlo de tal manera que no causase desgarros y es lo que más desearía.
    Caleidoscopio dice:
    “¿Es la lealtad el sustituto de la fidelidad, como creo entender en el comentario de Julia?”
    ***Quizás, me expresé mal . La fidelidad no es el sustituto de la lealtad. Son diferentes. Yo no estimo a la fidelidad por lo que tiene de cambiante; en cambio valoro la lealtad como valor personal, por lo que “me quito el sombrero” sabiendo cuánto valor (como valentía, lucha, virtud y dolor) encierra.
    “En la amistad ,es necesaria la lealtad: sinceridad, apoyo mutuo, discreción en la crítica en presencia de otros y no defraudar la confianza que se nos da. “
    ***En cualquier relación importante, no sólo en la amistad. En la de pareja y en la filial también. Son los signos de la autenticidad de sentimientos, no de una burda imitación.

    Un placer charlar con vosotros.

    Un saludo afectuoso.

    Julia

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  16. Me detengo en dos párrafos de Pepe Herrera:

    -"No se puede ser fiel con las ideas de otro, por mucho que en un momento dado, hallamos coincidido.
    Cada uno crece, según las fuentes de las que halla bebido y aunque el líquido elemento sea el mismo, al mearlo huele distinto."

    ****De acuerdo; supongo que te refieres a la fidelidad ideológica y a las relaciones humanas.

    ****El segundo párrafo, es una metáfora, que me encanta.En una sociedad, sus ciudadanos reciben modelos de conducta uniformizados, pero cada cual es capaz de trasformalos, mediante sus reflexiones personales, y sacarlos al exterior de forma diferente, para vivir fiel a sus propios modelos.
    (Pepe, si me equivoco en la interpretación, corrígeme; estamos aquí para dialogar).

    Lo otro que quiero comentar es esto que Pepe dice al comienzo:

    --En mi opinión, fidelidad y felicidad, dos términos aparentemente distintos, no pueden estar más unidos. Fidelidad y coherencia; sin la una, la otra pierde su sentido, siendo así, que la felicidad íntima depende de la coherencia y esto nos lleva a tener que ser fieles con nosotros mismos, si buscamos una felicidad interior, que nos deje vivir tranquilos."

    ****¿Coherencia con qué?. No lo dejas claro, o yo lo sé ver.Identificas Fidelidad y Felicidad.Tampoco comprendo; sin duda hay "infieles" felices. Y personas fieles,pero infelices o aburridas con la fidelidad que impone la sociedad o las creencias religiosas.

    ****¿Me lo puedes explicar?.

    Un afectuoso saludo.
    Fany

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  17. uff. acabo de ver una falta de ortografía, repetida dos veces.
    Si alguien puede cambiarlo, hacedlo.
    Hallamos por hayamos y halla por haya.
    Os pido disculpas, por tan enorme falta.

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  18. Fany, nada que corregir, has acertado con la metáfora.
    En el segundo, yo entiendo que nadie puede exigir fidelidad, si esta, en si misma, no es coherente con tu forma de verlo o vivirlo.
    ¿Infieles felices? Creo que estamos hablando de infidelidades distintas. Yo puedo serte infiel y ser feliz, pero no ser feliz, siendo infiel a mi mismo.
    En mi párrafo, intento dar vida a la fidelidad interior que todos tenemos. No se puede ser infiel, si no lo sentimos.
    Incluso la infidelidad conyugal, habría que verla como ser infiel a uno mismo. El hecho de que la pareja no se entere, no significa que quedes exento de responsabilidad. ¿Cuantas veces nos hemos sentido mal, después de...?
    En fin una visión extraña.
    Un saludo a todos.
    P.D Cuando he vuelto a leer las faltas, he querido que me tragara la tierra. Perdón.

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  19. Pepe Herrera, no te preocupes demasiado si le fuiste infiel a la ortografía...

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  20. Voy a responder por separado,para que resulte más claro el diálogo:
    Dice Calotipo:
    ---“¿Es el cuerpo lo más importante de la persona?¿Por qué tanto agravio en que se tenga una relación íntima extramatrimonial?.
    No somos únicos.
    Sinceramente: ¿Quién no ha sentido amor y deseos de abrazar a alguien que no es su cónyuge?"

    ****De acuerdo con tus dos preguntas y con tu afirmación de que no somos los únicos dignos de ser amados; somos únicos, mientras no aparece otro que también lo es.¿Se puede aceptar esto?
    ¿Va contra la naturaleza humana o es que estamos condicionados por un modelo preestablecido?. Yo creo que es esto último.
    - - - - -
    ---Dice Jenofonte,al referirse a la moral católica, sobre “pecar de pensamiento”:
    “ De acuerdo con eso prácticamente todos los hombres hemos sido,somos o seremos
    infieles en algún momento.”

    ****He oído a algunas personas decir que las fantasías sexuales o eróticas,son una suerte de infidelidad; yo creo que no. Las fantasías sexuales son consideradas normales por los psicólogos y sexólogos porque estimulan la líbido.
    - - - - -
    --Dice Caleidoscopio:
    ---“Me queda la duda de si realmente te crees lo que dices. No es fácil compartir amores. O, tal vez sí lo sea, cuando uno lleva muchos años recorridos y ha desmitificado esa “sagrada institución” del matrimonio y cree que otra forma de relación es posible, en otro mundo también posible, pero lejano.”

    ****Unas cosas me las creo y de otras tengo algunas dudas y por eso quiero conocer vuestras opiniones.
    ****Compartir amores es difícil, pero no imposible. Depende de los implicados y de qué aspectos del amor se compartan.
    ****Sí; he desmitificado el matrimonio como institución y creo que otra forma más libre de relación es posible y necesaria para el desarrollo personal de ambos, sobre todo para el de la mujer que, en casi todos los hogares, está subordinada al hombre y para que este se desprenda de las ideas de dominación y propiedad de su cónyuge.

    Saludos a los tres.

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  21. Julia dice que “nos estamos centrando demasiado en la infidelidad física conyugal y poco en la lealtad”
    --“ Pero ¿qué pasa con la lealtad? Una persona se debe a sus compromisos y el primer compromiso que se establece es con uno mismo.”
    **** Aquí viene a cuento lo que dice Jenofonte:

    --- “Aunque en su momento todos estamos seguros (¿qué enamorado no lo está?) de que lo que prometemos será para siempre, es indudable que la vida tiene muchas vueltas y nunca se sabe realmente que sucederá.
    El problema está en ese punto, en el prometer que cumpliremos algo en un futuro que no sabemos si existirá. Es un error.”

    Julia, tú crees que si el azar nos acerca a una persona por la que se llega a sentir amor, hay que “cambiar de opción”,” según nos dicte la razón y los sentimientos.”
    **** Casi nunca se tiene claro ese “cambio de opción”, como tú dices. Y sentimientos y razón no siempre se ponen de acuerdo.
    Hay muchos factores por los que no “se cambia de opción”, entre otras cosas porque esa otra persona no es una pieza de recambio mágica; y por otra, porque hay muchas páginas del libro de nuestra vida escritas en común hacia las cuales se sigue siendo fiel, y no se pueden arrancar así como así.
    Yo siempre digo que no hay que arrancar páginas, sino escribir otras nuevas y todas nos pertenecen por igual.

    Es que tú lo tomas como engaño, pero conviene escuchar a Jenofonte de nuevo:

    --- “Aquí entra el concepto de la propiedad, para muchos el prometer amar, respetar y etc. al otro implica también convertirse en su dueño ¿y a quién le gusta que le quiten lo suyo?(...) ...se dice que "engañó" a su esposa, ¿en qué la engañó?, en que le prestó a otra mujer una parte de su anatomía que es propiedad exclusiva de su mujer, también puede ser al revés, pero socialmente la infidelidad masculina es más tolerable que la femenina, vaya.”

    Para ti las relaciones amorosas son exclusivas. Pero lo son porque es el modelo social que hemos recibido de nuestra educación.Creo que idealizas no solo el amor, sino la relación de pareja.

    Dices :“cuando “lo bajas del pedestal” se acabó el amor, aunque continúe el cariño o el agradecimiento, o los intereses…Siempre hay un componente de admiración en el amor, no así en el cariño”.

    **** No estoy de acuerdo en esa separación tan tajante entre amor y cariño; son lenguajes convencionales o, tal vez un eufemismo cuando uno no se atreve a pronunciar la palabra amor. Se puede amar a una persona sin pedestal.Siempre que queremos a alguien hay admiración.Todos los amores son imperfectos porque el ser humano lo es. No podemos más que amar al hombre o a la mujer imperfectos y darles nuestro amor imperfecto.

    Saludos.

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  22. Romero dijo:
    ”Para ti las relaciones amorosas son exclusivas. Pero lo son porque es el modelo social que hemos recibido de nuestra educación.Creo que idealizas no solo el amor, sino la relación de pareja.”
    ***Todos somos el producto de modelos sociales pasados por “nuestra criba”, coges uno u otro o parte de uno y otro para el tuyo. Yo creo, Romero, que el modelo de “amor compartido” y felices los tres es imposible, no lo veo realista. Pensar que la persona que amas tiene un proyecto de vida, con nuevas páginas en su libro mientras continúa con las mías tan satisfecho, se me hace que, aparte de ser dolorosísimo, no es factible, al menos no lo sería para mí.


    “No estoy de acuerdo en esa separación tan tajante entre amor y cariño; son lenguajes convencionales o, tal vez un eufemismo cuando uno no se atreve a pronunciar la palabra amor. Se puede amar a una persona sin pedestal.Siempre que queremos a alguien hay admiración.Todos los amores son imperfectos porque el ser humano lo es. No podemos más que amar al hombre o a la mujer imperfectos y darles nuestro amor imperfecto.”
    ***No hablo de amar a una persona perfecta con un amor perfecto; hablo de la admiración que se siente por determinados rasgos de la persona amada y que hacen que las imperfecciones, que las ves y las aceptas, carezcan de importancia. Cuando, en un momento determinado, las primeras las minimizas o desaparece la importancia que le habías dado anteriormente, al menos para mi, desaparece el amor.
    Hay una separación entre amor y cariño y te llevo a la contestación anterior. Amo cuando escribo, o quiero escribir, páginas de mi libro compartidas con él y con proyección de futuro; los dos solos; quiero cuando termino de escribir las páginas de mi vida anterior, páginas que un día escribí con otra pareja.
    Cuando te duele que a una persona le pase algo malo, quieres consolarlo, ayudarlo, que sea feliz…y no te resulta doloroso que escriba nuevas páginas a duo con otra persona, es cariño; cuando no, es amor. Resumiendo: cuando el amor se transforma en cariño es amistad, no amor.
    Yo no podría sentir amor por dos hombres a la vez y esa relación me parece utópica. Creo que de ser aceptada, habría una de las personas que tendría una relación de dependencia patológica en ese trío.

    Un saludo afectuoso a todos.

    Julia

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  23. Romero, dijo:
    ”Para ti las relaciones amorosas son exclusivas. Pero lo son porque es el modelo social que hemos recibido de nuestra educación.Creo que idealizas no solo el amor, sino la relación de pareja.”
    ***Todos somos el producto de modelos sociales pasados por “nuestra criba”, coges uno u otro o parte de uno y otro para el tuyo. Yo creo, Romero, que el modelo de “amor compartido” y felices los tres es imposible, no lo veo realista. Pensar que la persona que amas tiene un proyecto de vida, con nuevas páginas en su libro mientras continúa con las mías tan satisfecho, se me hace que, aparte de ser dolorosísimo, no es factible, al menos no lo sería para mí.


    “No estoy de acuerdo en esa separación tan tajante entre amor y cariño; son lenguajes convencionales o, tal vez un eufemismo cuando uno no se atreve a pronunciar la palabra amor. Se puede amar a una persona sin pedestal.Siempre que queremos a alguien hay admiración.Todos los amores son imperfectos porque el ser humano lo es. No podemos más que amar al hombre o a la mujer imperfectos y darles nuestro amor imperfecto.”
    No hablo de amar a una persona perfecta con un amor perfecto; hablo de la admiración que se siente por determinados rasgos de la persona amada y que hacen que las imperfecciones, que las ves y las aceptas, carezcan de importancia. Cuando, en un momento determinado, las primeras las minimizas o desaparece la importancia que les habías dado anteriormente, al menos para mi, desaparece el amor.
    Hay una separación entre amor y cariño y te llevo a la contestación anterior. Amo cuando escribo páginas de mi libro compartidas con mi pareja con proyección de futuro los dos solos; quiero cuando termino de escribir las páginas de mi vida anterior, páginas que un día escribí con otra pareja. Cuando te duele que a una persona le pase algo malo, quieres consolarlo, ayudarlo, que sea feliz…y no te resulta doloroso que escriba nuevas páginas a dúo con otra persona, es cariño o amistad si quieres llamarlo de esta forma; cuando no, es amor. Yo no podría sentir amor por dos hombres a la vez y no conozco a nadie que no le importe que su pareja esté enamorada de otro/a.

    Un saludo afectuoso a todos.

    Julia

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  24. He terminado pronto mis quehaceres. He pospuesto objetivos y entrevistas con objeto de acabar cuanto antes mi jornada laboral para llegar pronto a casa. Allí me espera mi mujer para celebrar mi cumpleaños. Habrá puesto ya el árbol de Navidad, encendido la chimenea y envueltos los regalos. La imagino impaciente abriendo la puerta al verme llegar.
    —¿Ya te vas? —pregunta de un modo extraño mi compañera de trabajo.
    —Sí. Me esperan para cenar en casa y la noche amenaza lluvia. ¿Tu te quedas?
    —Bueno... esperaba que me invitaras a una copa, pero si tiene prisa... —toda una provocación con el tono de voz, con el gesto, con la figura.
    El vaivén de las escobillas a duras penas logran despejar la manta de agua que cae sobre el parabrisas. La visión —noche cerrada— se hace casi imposible. El fuerte viento dificulta aún más la conducción bamboleando el coche en esta estrecha carretera secundaria, sin señalización ni protección. He cometido una torpeza imperdonable. No debí aceptar la insinuación, pero esos ojos, esos labios... Me siento sucio. ¿Cómo me presento ahora ante mi mujer en estas condiciones? No merezco su amor, ni su respeto, ni sus atenciones. Soy un desastre como persona y como hombre. No controlo mis impulsos. ¡Soy un animal! ¡No tengo perdón...!
    Ha sido una suerte volcar en este lado, en el otro está el barranco. Me duele todo el cuerpo, sangro por la nariz y no puedo mover el brazo, pero estoy vivo. No veo a nadie, ¿quién iba a ser el loco que circulara por aquí a estas horas y con este tiempo? Pero puedo andar. Aunque sea renqueando, poco a poco, podré llegar. Mi casa no debe estar lejos, aunque no veo apenas donde estoy.
    Ha cesado de llover, pero hace un frío que pela. Allá a lo lejos empieza amanecer un día que promete disgustos y tristeza. Apenas se vislumbra la fachada de la casa, la veo oscura, misteriosa, distante y ajena. ¿Nadie me espera? ¿Dónde está el drama que, se supone, he provocado? La chimenea esta apagada, no hay árbol de Navidad. Llamo a voz en grito con silencio por respuesta. ¿Me habré equivocado de casa? No. Pero, extrañamente, no hay nadie. Parpadea la luz del contestador telefónico. Descuelgo y pulso:

    «Querido: Como estaba aburrida he cogido el autobús y he bajado a la ciudad a hacer unas compras. Me he encontrado a un antigua amiga, me ha invitado a merendar y se me ha hecho tarde, pero no te preocupes, estaré para la cena. No vengas a recogerme, ella me acercará en su coche. Seguramente llegaré tarde, no me esperes. Besos.»

    Me duele mucho la cabeza, debo descansar. Me siento en la butaca donde siempre y reclino mi cuerpo dolorido. No entiendo nada, ¿infidelidad?, ¿deslealtad? Seguro que todo esto producto de un sueño, … o estaré muerto.

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  25. Luis, dejar que el lector saque sus conclusiones de una historia novelada, con tu particular gracia narrativa, me parece una forma ambigua de expresar claramente tu opinión.
    La pareja que presentas no parece muy bien avenida; cada uno piensa en darse satisfacción sin pensar en el otro en un día tan especial.
    Ambos defraudan la confianza del otro, al no corresponder a las expectativas normales para el aniversario. No son leales.

    Pero tu elección de este día, no es gratuito y, con eso añades, intencionadamente, tintes más oscuros, presentándonos una situación drástica. Ambos comportamientos adquieren relevancia al situarlos en una de esas fechas que forman parte de los rituales del “buen amor” o de la buena amistad. Fuera de un día señalado para la pareja, se juzgarían de otra forma.
    Pero ateniéndome a la situación que presentas, saco las siguientes conclusiones:
    1-Él ha cometido una torpeza tonta,( víctima de “la tiranía del sexo”, como te he leído en alguno de tus escritos) con el agravante de que al ser su aniversario y retardar el encuentro con su pareja, sin pensar en el malestar
    que podría haberle causado, incurre en deslealtad.

    2- Ella ha sido desleal, porque defrauda las expectativas propias para ese día de aniversario, con lo que demuestra poca sensibilidad e interés en compartir momentos de felicidad.

    Conclusión : Es una pareja que lleva muchos años rodando junta y han perdido la sensibilidad de cuidar los detalles que aportan momentos de felicidad compartida.Han perdido la capacidad de sorprender, que es una manera subliminal de trasmitir interés y amor por el otro.

    En una relación así, no se puede hablar de infidelidad porque la fidelidad no parece existir.

    Un fiel saludo

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  26. Es verdad, Fany, me he ido por la tangente. Y es que, tratando de imaginar situaciones que pudieran reflejar la ambigüedad de las definiciones de nuestro diccionario, acabo fabulando una historia a vuelapluma. Debo reconocer que, al contrario que en la “muerte digna”, esto de la infidelidad lo encuentro...¡cómo diría...!, un poco desquiciado. Lo aséptico hubiera sido comentar conceptualmente el significado de tal palabra, pero veo que como apoyadura reflexiva, han de utilizarse conceptos de tanta entidad que acaban acaparando la intención de comentar. Yo necesito, para profundizar en tu tema, que nos pongamos de acuerdo previamente en definir y desentrañar ese cajón de sastre que es el amor —envido esa carta—. Solo así podremos razonar acerca de valores humanos de forma coherente.

    Mientras tanto, quizás debiera limitarme a distinguir, sin supeditar, los conceptos fidelidad y lealtad y reflexionar sobre ellos. En ese sentido, opino que la fidelidad es la observación de una guía de conducta impuesta (puede ser autoimpuesta) para cumplir un compromiso a sabiendas de su dificultad, mientras que la lealtad es la respuesta generosa a una persona o causa cuyas cualidades físicas, éticas o morales merecen el máximo respeto. La primera es comportamiento justo, obligado, conveniente, limitado y difícil de cumplir, la segunda un gesto noble, voluntario, generoso, amplio y espontáneo. A ser fiel le obligan las circunstancias, a ser leal su propia estima.

    Un cordial saludo a todos.

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  27. Estaría muy bien que trajeras el tema sobre el amor, (¿existe?).Creo recordar que en una ocasión dijiste que lo harías, pero luego te escabulles de nosotros y te olvidas. (¿Será esto "infidelidad"?).

    De momento, creo que todos coincidimos más o menos en que hay una diferencia entre fidelidad y lealtad.
    Pero el aspecto principal de este tema, tal y como se ha expuesto aquí es por qué solo se habla de infidelidad en la pareja cuando hay una relación extramatrimonial más o menos continuada. Por qué esa interpretación tan restringida ?.

    Bueno, espero que no tardes en presentarnos tus puntos de vista sobre eso que llamamos amor, y sobre las mayúsculas o minúsculas del mismo.

    Saludos.

    PD. Oye, y todos los que te seguimos leyendo, qué somos: ¿Fieles o leales; o ambas cosas?.

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  28. Luis,no entiendo su percepción del tema cuando dice:
    " Debo reconocer que(...) esto de la infidelidad lo encuentro...¡cómo diría...!, un poco desquiciado. Lo aséptico hubiera sido comentar conceptualmente el significado de tal palabra,(...)
    Yo necesito, para profundizar en el tema, que nos pongamos de acuerdo previamente en definir y desentrañar ese cajón de sastre que es el amor(...) Solo así podremos razonar acerca de valores humanos de forma coherente".

    Los comentarios nunca son asépticos; siempre están contaminados por la subjetividad.Para interpretaciones asépticas las de la RAE, que de tanto como lo son, nos dejan indiferentes y confusos.
    Una tertulia a base de definiciones asépticas de una palabra, hubiera resultado, a mi juicio, aburrida y repetitiva.
    Encuentro más vital este "desquicio" desordenado
    pero lleno de ideas discutibles.
    Me interesaría hablar sobre el amor, sí, pero no como tema previamente necesario al de fidelidad.

    Usted es muy tajante cuando parece querer advertirnos de que:
    " Solo así podremos razonar acerca de valores humanos de forma coherente".

    Yo creo que cada uno de los participantes ha expresado con coherencia sus ideas y sus dudas; eso sí, algo revueltas, debido a lo difícil que es dialogar de esta forma.

    Quedo a la espera de su tema - tan poco aséptico- sobre el amor, en el que presiento un "desquiciamiento" total, al menos por mi parte.

    Un cordial saludo.

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  29. Ja, ja, ja, Romero, en el tema de la fidelidad parece que no estamos de acuerdo; pero me gusta el "desparpajo" con el que escribes los comentarios, la provocación de la que haces gala (¿porque es provocación, no puedo imaginarme que sientas lo que dices como que te parezca bien "compartir amores") o ese revolucionario que sale a poco que te dejen.
    Seguro que, Luis, no es aséptico (mira sus textos), y espero, como todos, que suba el hilo sobre el amor.

    Un saludo.

    Julia

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  30. Seguramente me he explicado mal. Trataré de hacerlo bien ahora.
    Cuando presenta el tema Infidelidad, inducido por la confusión conceptual que le provoca, sugiere dos enfoques diferentes: el filosófico y las relaciones personales. Sin embargo, nuestros amigos participantes se han decantado exclusivamente por el segundo, en especial por la infidelidad conyugal, con especial énfasis en la vertiente sexual; y, en este sentido, creo que todos han involucrado el amor directa o indirectamente. El tema amor —y no los comentarios— es el que creo que "contamina" una reflexión "aséptica" sobre la infidelidad dado su desbordante peso específico; y lo hace más complicado ante su diversidad conceptual (cajón de sastre). Por eso sugería que lo enfocáramos de forma filosófica, como apuntaba, en tanto en cuanto desmenuzáramos el tema Amor en otro aparte (se lo brindaba).
    A mi también me "desquicia" el amor, de todas formas.

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  31. Creo que esto de la fidelidad nos salió tan complicado porque ni el diccionario no da una explicación clara.
    ¿Qué significa eso de: observancia de la fe que alguien debe a otra persona?.
    Tal vez podría ser algo como: Actuar de acuerdo a la confianza que otra persona ha puesto en nosotros. No, no me salió del todo bien, pero esa sería la idea, en el supuesto que nosotros somos los que pedimos o permitimos que la otra persona confíe en nosotros, ¿me estoy enredando?.
    Porque claro, nos hemos ido por el lado de la fidelidad conyugal, pero también podría tratarse de la fidelidad a la familia, a un amigo, a un jefe, a un subordinado... ¿o eso no sería fidelidad sino lealtad?
    Pero el diccionario los pone como sinónimos, Fidelidad:Lealtad,
    Menudo lío en que nos hemos metido, pero es que eso de las relaciones entre humanos, vaya que es asunto complicado...

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  32. Luis le respondo a esto que dice:
    "Por eso sugería que lo enfocáramos de forma filosófica, como apuntaba, en tanto en cuanto desmenuzáramos el tema Amor en otro aparte (se lo brindaba)".

    Yo acepto ese brindis. No es inconveniente para que quien lo desee pueda seguir añadiendo comentarios sobre el aspecto filosófico de la fidelidad, como dices.

    ¡¡Venga ese tema sobre el amor !!

    Estoy deseando desquiciarme y si a usted también le desquicia... ¡La que se va a armar !!

    Saludos.

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  33. Creo que, para todos, el amor es "desquiciante". Releed el poema de Lope de Vega con los signos del amor, que él, con lo enamoradizo que era, debió de vivir en un permanente "desquicio".

    Un saludo.

    Julia

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  34. Desmayarse, atreverse, estar furioso,
    aspero, tierno, liberal, esquivo,
    alentado, mortal, difunto, vivo,
    leal, traidor, cobarde y animoso;

    no hallar fuera del bien, centro y reposo,
    mostrarse alegre, triste, humilde, altivo
    enojado, valiente, fugitivo,
    satisfecho, ofendido, receloso

    huir el rostro al claro desengaño,
    beber veneno por licor suave,
    olvidar el provecho, amar el daño

    creer que un cielo en un infierno cabe
    dar la vida y el alma a un desengaño,
    Esto es Amor; quien lo probó, lo sabe.


    Lope de Vega
    . . .

    Determinarse y luego arrepentirse;
    empezar a atrever y acobardarse;
    arder el pecho y la palabra helarse;
    desengañarse y luego persuadirse.

    Comenzar una cosa y advertirse;
    querer decir su pena y no aclararse;
    en medio del aliento desmayarse,
    y entre el amor y el miedo consumirse.

    En las resoluciones detenerse;
    hallada la ocasión no aprovecharse,
    y perdido de cólera encenderse.

    Y sin saber por qué, desvanecerse:
    efectos son de amor; no hay que espantarse,
    que todo del amor puede creerse.


    Juan de Tassis, conde de Villamediana
    . . .

    Una torre fabriqué
    Del viento en la raridad,
    Mayor que la de Nembrot,
    Y de confusión igual.
    Gloria llamaba a la pena,
    A la cárcel libertad,
    Miel dulce al amargo acíbar,
    Principio al fin, bien al mal.
    Déjame en paz, Amor tirano,
    Déjame en paz.


    Luis de Góngora
    . . .

    Mil veces callo, que romper deseo
    el cielo a gritos, y otras tantas tiento
    dar a mi lengua voz y movimiento,
    que en silencio mortal yacer la veo.

    Anda cual velocísimo correo
    por dentro el alma el suelto pensamiento,
    con alto, y de dolor, lloroso acento,
    casi en sombra de muerte un nuevo Orfeo.

    No halla la memoria o la esperanza
    rastro de imagen dulce y deleitable
    con que la voluntad viva segura.

    Cuanto en mí hallo es maldición que alcanza,
    muerte que tarda, llanto inconsolable,
    desdén del cielo, error de la ventura.


    Francisco de Aldana

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  35. ¡Mira que sois impacientes!.Ya corren versos de amor por aquí,antes de que Luis presente el tema, como nos prometió.

    ¡Venga, Luis, te estamos esperando!.Comprueba cómo con solo nombrarlo provoca.

    Un poquito de amor para todos los tertulianos.

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  36. Yo brindé el tema a Romero, para que lo iniciara como complemento de "Fidelidad" no como preludio de una publicación mía. No es que rehuya, sino que son unos días muy densos en compromisos y ligeros en reflexiones profundas. Además, seguro que no sé del amor más que cualquiera de vosotros; de manera que no esperéis de mí nada especial al respecto. Y, sobre todo, premura en hacerlo.

    De momento: ¡Feliz Navidad a todos!

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  37. Estoy de acuerdo en que entramos en zona de enajenación mental transitoria, donde el amor se presenta en celofán y lazo rojo.
    Pero nosotros queremos hablar de otro amor.Será mejor dejar pasar estos días de forzados amores.

    Pero, Luis, no sé si me atrevo con ese tema.Te emplazo a que, cuando vuelvas en sí, después del mareo navideño, lo expongas tú.Luego, voy yo y "ataco", seguro que sí.

    Bueno, y si algún tertuliano quiere comenzar, que nos lo haga saber ,no vayamos a publicarlo dos al mismo tiempo.

    A punto de florecer el Nuevo Año, ¡¡cuidemos nuestro jardín para que este nuevo brote siga adelante!!

    Os abrazo a todos.

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