domingo, 31 de julio de 2011

Homosexualidad


Hay pocas cosas tan sencillas y gratificantes como un desayuno de café con leche humeante y pan tostado con mantequilla, a la orilla del mar, contemplando el día recién nacido y arrullado por olas tranquilas y apacibles. La imperdible tertulia de después apunta una curiosa noticia de ayer: “Crimen en un gimnasio de Madrid; dispara mortalmente a su expareja e intenta suicidarse después” (sic). Desgraciadamente los crímenes pasionales están a la orden del día, pero éste aporta una doble curiosidad: es una pareja de homosexuales y, además, el que disparó ¡es un sargento de la Guardia Civil!

Naturalmente se suscita inmediatamente una tormenta de opiniones que, expuestas a trompicones, nos aconseja que delimitemos el sentido del debate. Obviamos la mayor: se están perdiendo las formas y la modernidad está derritiendo esquemas como la mantequilla en la tostada —¡ay, aquellos bigotudos guardias civiles lorquianos!— y dejamos para otro día lo que es un impacto en la línea de flotación de esa entelequia artificial que es “la violencia de género” —¡qué empanada mental con presupuesto!—; nos enfrascamos en analizar cómo, en nuestro país, al menos, la homosexualidad ha pasado de ser una marginalidad social a un lobby político de primer orden.

El tema nos ha llevado por derroteros imprevistos. Lo hemos analizado desde el punto de vista biológico, social, político y ¡hasta matemático! (estadístico); nos hemos aportado interesantes opiniones y hemos afianzado criterios fundamentados, pero está todo por hacer. Por ello, me ha parecido oportuno trasladar este interesante tema a la tertulia. 

Ustedes tienen la palabra...

36 comentarios:

  1. ¿Interesante tema? Si, puede ser, pero eso dependerá del punto de vista con que lo tomemos.
    Creo que el mayor problema que tenemos, frente a este tipo de noticias, es nuestra formación, la educación que en algún momento recibimos y que nos entregó las normas y principios morales por el que supone que debemos regirnos y por las que se supone también que toda la sociedad en que vivimos debe regirse. Y también tiene que ver con nuestra capacidad de cambio y adaptación a los cambios que la sociedad va sufriendo a medida que transcurre el tiempo.
    Esto sucede mucho en el campo laboral, por ejemplo ¿dónde quedó eso de que "una mujer a bordo trae mala suerte"? actualmente son numerosas las mujeres que prestan servicio en las Armadas. "Una mujer no debe bajar a la mina, eso trae mala suerte", tampoco, ahora las mujeres bajan a las minas y cumplen perfectamente las labores para las que recibieron entrenamiento, sea como ingenieras o como conductoras de maquinaria pesada. Y son mujeres tan femeninas como la que más.
    Los estereotipos (aquellos que nos enseñaron) han ido quedando en el camino, una mujer puede ser ingeniero, médico, conductora de camión o presidente de la república. Un varón puede ser enfermero, educador de párvulos o un artista del bordado. Así, si siempre los guardias civiles fueron varones, pero de pronto aparecieron guardias civiles femeninas, rompiendo el estereotipo del guardia civil de bigotes, macho al 100% (por lo menos en apariencia), ¿por qué no los puede haber también definitivamente homosexuales?. Si hacen bien su trabajo no tendría por qué no haberlos.
    Yo fui formado con esa moral rígida que haciéndolo todo lo blanco y negro escondía lo gris debajo de la alfombra, pero después aprendí que lo que me enseñaron no era necesariamente la verdad, sino solamente el color del cristal con el que me hacían mirar.
    Entonces, si no me causa extrañeza el leer que un guardia civil ha dado muerte a su esposa para después suicidarse, ¿por qué debiera mirar de modo distinto el que un guardia le dispare a su ex-compañero sentimental con las mismas y fatales consecuencias?. Solo puedo rechazar el acto de violencia por la violencia misma, no por quienes son los protagonistas.
    La homosexualidad ha existido siempre, son las culturas, las religiones, las sociedades con sus convenciones las que la han convertido en algo condenable, algo punible, algo pecaminoso o en algo perfectamente normal, aceptable o incluso, beneficioso.
    Todo es relativo al punto de vista con que se mire, el hecho nos puede resultar desagradable porque hubo un homicidio, porque los participantes eran homosexuales o porque eran guardias civiles. Creo que los celos no son privativos de los heterosexuales, tampoco creo que los guardias civiles estén menos sujetos a las debilidades humanas, en suma, lo único condenable es el homicidio, pero un homicidio lo comete cualquiera, vamos.

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  2. Has iniciado una tertulia que podría ser controvertida, de una forma sutil; a traves de la violencia. Pero el tema no es ella (a la que la inmensa mayoria condena), el tema es la homosexualidad y; que es y seguirá siendo fuente de interpretacione, análisis y fuertes pasiones entre los que la defienden o la critican.
    La capacidad fisiológica y emocional para sentir placer aparece desde nuestro nacimiento aunque es en la adolescencia donde se especifican estas emociones sexuales y los estímulos con significado erótico. Es en esta etapa donde se busca la propia identidad; la toma de conciencia de la propia orientación sexual está en este proceso.
    Los estudios científicos alimentan teorías basadas en el estudio de gemelos que no son concluyentes, no se ha encontrado un gen que justifique la homosexualidad, tampoco los niveles hormonales son, en todos los casos, justificativos; y en la teoría neuroanatómica los resultados han sido similares; aunque parece que alguno o varios de ellos puedan predisponer a la homosexualidad.
    En Psicología, ha pasado algo parecido: muchas teorías (Edipo, ambiental, de aprendizaje, de aversión, de identificación etc) pero ninguna concluyente. Como resultado, no conocemos sus causas hasta el momento.
    ¿Cuál es la razón por la que en sociedades hostiles los homosexuales no puedan dejar su orientación sexual, objeto de sufrimiento, o en muchos casos de la propia integridad? Para mí, es lo que valida esta tendencia, porque sea innata, adquirida o aprendida, forma parte de su biología y/o de su propia identidad.
    ¿Por qué despierta tanta atención un hecho de una minoría que, en nada, perjudica al resto de la sociedad?, ¿por qué tanto odio o protección?. Porque todo lo que atañe al sexo es objeto de una especial reflexión, sea el de la vida fértil, el de la tercera edad, la supervivencia, el afán de inmortalidad o éste del que hablamos. Porque es el tema el que está presente, explícita o implícitamente, como uno de los más importantes (quizá por el grado de placer que nos proporciona) en nuestras emociones y razonamientos, en nuestra vida.
    Un saludo.
    X

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  3. Luís, veo en su exposición tres cuestiones diferentes:
    1-La homosexualidad en sí misma.
    2-Los crímenes pasionales, que se dan en cualquier tipo de pareja.El caso que usted cita tiene, para la gente de cierta edad, connotaciones de otro tipo, por aquello de "Quien te ha visto y quien te ve", tratándose de uniformados,pero se me sale del tema propuesto.
    3-La llamada "violencia de género", que uted cita con cierto "retintín", nada tiene que ver con la homosexualidad.
    Voy, pues, a opinar sobre el punto 1º:
    Respeto la homosexualidad como una manifestación de la complejidad del ser humano, y me parece una prueba de madurez de la sociedad el que pueda salir a la luz con dignidad y como derecho, incluso en sectores tan tradicionales como el Ejército y la Guardia Civil.
    Coincido con Jenofonte en que las relaciones homosexuales han existido siempre, aunque encubiertas; eso ha sido debido a la hipócrita moral católica que ha impuesto un único modelo de conducta en el que la sexualidad era lícita solo dentro del matrimonio -mujer-hombre-, para imponer un modelo de familia, fuera del cual las relaciones sexuales eran pecado.

    Con la secularización de la sociedad,casi ha desaparecido esta presión moral: Las relaciones y placer sexual se han desvinculado de otros conceptos, y el sexo -ese potente impulso natural- es aceptado y buscado como generador de placer -con afecto o sin él-; una íntima elección de cómo vivir y disfrutar de la sexualidad.
    No obstante, creo que lo que lastra la homosexualidad es ese sector "folclórico-exhibicionista", que hace de ella una caricatura grotesca, rechazada por la mayoría de homosexuales que viven su relación con afecto y normalidad.
    "Los caminos del sexo son inexcrutables". Esto es lo que todavía no ha comprendido la Iglesia y una parte de la sociedad.

    Saludos.
    Romero (^^^^)

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  4. Hola Romero, permíteme que te llame así.
    "Con la secularización de la sociedad,casi ha desaparecido esta presión moral...una íntima elección de cómo vivir y disfrutar de la sexualidad".
    Coincido contigo, pero no solamente la jerarquía eclesiástica puso normas y valores a la sexualidad coartando libertades individuales; fue la propia sociedad (laica o no) la que las aceptó y nominó de diferentes formas, apelando a otros "dioses" según sea el color del que las asume.
    ""Los caminos del sexo son inexcrutables". Esto es lo que todavía no ha comprendido la Iglesia y una parte de la sociedad."
    Lo que no ha comprendido la mayor parte de la sociedad es que vulnerar el derecho de libertad de toda persona (sea hombre, mujer, u homosexual; sea en el sexo o en cualquier rasgo permanente, razonado y conforme a sus valores) es el peor abuso que se puede infringir a un ser humano.

    Un saludo.
    X

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  5. La homosexualidad se ha vivido con angustia y miedo a ser descubierta.Como dice X,perseguirla es un atentado contra la libertad.
    Ha salido a la luz cuando la sociedad ha superado prejuicios y rechazado la imposición de un modelo moral único en las relaciones sexuales.

    La atracción sexual, por uno u otro sexo está en la Naturaleza -humana y animal-, y no es obstáculo para un comportamiento social y personal, ético. ¿Por qué, entonces, rechazarla? ¿Quién tiene la`potestad de establecer con quién el placer sexual y el amor son buenos y con quién son una aberración, una enfermedad, una inmoralidad,etc?. Todos los tabú sobre la homosexualidad se han creado potque no se ajusta al modelo único y rígido establecido.
    Falta todavía la plena aceptación social.Se tolera, pero con reticencias.

    Mi mejor amigo, con el que comparto, hace 25 años, las excursiones a la montaña -algo muy importante para mí- es homosexual y, durante 15 años nos lo ocultó a los amigos.¿No es esto terrible?...
    Un saludo
    Fany

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  6. Hola X.Claro que puedes llamarme por mi nombre.En una tertulia me gusta más que me llamen por un nombre en lugar de signos.

    Sobre lo que dices de la aceptación de la sociedad de todo esos modelos represivos, estoy de acuerdo. No sólo lo aceptó, sino que persiguió cruelmente, a quienes se salían de él o eran sospechosos de "inmoralidad."
    Pero lo uno era consecuencia de lo otro; de esa moral rígida impuesta por la Iglesia en todos los niveles: social, político, familiar, educativo, etc.

    Veo que en esta tertulia,coincidimos casi en todo.A ver si alguien discrepa, para contrastar opiniones.
    Un saludo.
    Romero

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  7. Creo que está claro que los argumentos de quienes rechazan la homosexualidad son muy relativos. Son religiosos (¿cuál religión?) o morales (¿de qué moral se trata?).
    Por lo tanto para quienes ven la homosexualidad como un pecado, será pecado solo para su religión, no necesariamente para la de los demás. Pero en un momento de la historia una religión determinada fue implantada por la fuerza y, siglos después todavía sigue ejerciendo presión sobre toda la población, aun sobre quienes no pertenecen a su credo, y no hay que cargarle la mano solo a los católicos, protestantes, judíos y musulmanes cargan también con su cuota de responsabilidad, en este tema específico o en otros muy importantes también y en sus respectivas áreas de influencia.
    Creo que aun queda un largo camino por recorrer, así como la igualdad de la mujer ha tardado años en hacerse un espacio y todavía no lo consigue plenamente (en algunos lugares más bien ha retrocedido), la igualdad de todas las tendencias sexuales es evidente que tardará todavía mucho tiempo, aun en la más abierta de las sociedades.

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  8. Estimado autor, nos falta su opinión y sé, porque usted lo inició, que es un tema que le preocupa. Puede expresarse libremente, ve que todos estamos a favor de que la homosexualidad sea una de las libertades ndividuales que se debe respetar; es más, personalmente, no encontré mayor capacidad de comunicar las emociones que en los homosexuales.
    Esperamos sus argumentos.
    Un saludo.
    X
    Julia

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  9. Luís,me uno a la demanda de Julia: conocer su sincera opinión.
    Tengo la impresión de que no eres propicio a las respuestas, a pesar de haber creado esta tertulia.Te digo,claramente, que tus opiniones me interesan. ¡¡Pues, venga, no te hagas esperar !!
    Los hombres suelen tener opinión diferente que las mujeres.Hay cierta aprensión, a pesar del respeto.
    Un amistoso saludo.

    Fany

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  10. Luis dice:
    "...nos enfrascamos en analizar cómo, en nuestro país, al menos, la homosexualidad ha pasado de ser una marginalidad social a un lobby político de primer orden".

    ¿Un "lobby"?...Necesito ampliación sobre esta opinión para discutírsela o darle la razón.Sospecho que aquí hay "mucha madera" y me gustaría verla arder.
    Saludos.
    Romero

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  11. Fany dice: "Los hombres suelen tener opinión diferente que las mujeres. Hay cierta aprensión, a pesar del respeto."
    Creo que en la aprensión de los hombres frente al problema (hablando en general, por supuesto), y mucha de su actitud agresiva, tienen que ver con un profundo temor, justificado o no, a tener algún rasgo de homosexualidad y peor aun, que se note. Todo esto debido a las desagradables consecuencias sociales que se pueden sufrir.
    Este temor está firmemente enraizado en el subconciente, producto de una educación que desde muy temprano establece que cosas son pecado y deja muy claro que una de ellas (entre otras) es la homosexualidad masculina.
    No creo que exista mucho respeto en el sentido de "consideración hacia el otro" sino más bien en el sentido de "recelo", el respeto que le podemos tener al fuego, por ejemplo, si me acerco puede que me queme...

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  12. Olvidé algo, ¿vieron la película "Ma vie en rose"? No es la película acerca de Edith Piaf, sino una de 1987 dirigida por Alain Berliner con la actuación de Michèle Laroque.

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  13. Es vidente que el tema es interesante. No solo por vuestros comentarios, amplios y profundos, sino también por los indicadores estadísticos del blog que, ya en sus comienzos, hablan de un considerable número de lectores de diversa procedencia; comparado con “Dibujando con palabras”, éste ha tenido una salida de caballo pura sangre (veremos si no tiene una entrada de burro mohino).

    Como decía al iniciar el debate, son diversos los puntos de vistas que posibilitan analizar el tema; vosotros os habéis decantado por el aspecto socio-moral del mismo y, aunque es, a todos luces, muy interesante, resulta flojo de argumentos si se analiza de esa forma aislada.

    Jenofonte, además, culpa con vehemencia de esta supuesta injusticia social nada menos que al cristianismo de siempre (también el de ahora), al Islam, a la sociedad oriental, a la occidental y a todo lo que se mueva. No es lógico pensar que todas las sociedades del mundo fueran intencionadamente perversas subyugando porque sí a una minoría inofensiva. Es asimismo sorprendente que avances contrastados en defensa de espacios, animales y plantas, no consigan mantener una posición firme en la erradicación de la marginalidad homosexual. Como él dice en algunos medios se está retrocediendo este avance que parecía conquistado.

    Permitirme un chiste ilustrativo: En un desfile militar un soldado marchaba con un ritmo distinto a los demás de la compañía; su madre, que lo observaba orgullosa desde la tribuna, le comenta a su vecina: «¡Qué bien desfila mi hijo!, lástima que el resto lleve el paso cambiado». Como vosotros, yo también participo en el aplauso a ese movimiento social que busca dignificar a los homosexuales y deplora la marginación a que estaban sometidos (siguen estándolo en algún aspecto) hasta hace bien poco, pero ese juicio de valor creo debe ser epílogo y no prólogo de un razonamiento desapasionado. Por ello me gustaría ahora, si es posible, abordar el tema desde un escepticismo interesado (a lo Bertrand Russell), sin que la indignación me obligue analizarlo de forma sesgada.

    Debemos ser asépticos en analizar los porqués. Quizás sea la manera de entender correctamente el problema y estar en condiciones de aportar la solución. Creo que, razonando con una mentalidad amplia, sin prejuicios, ni sectarismos ni gregarísmos intelectuales al uso, se podrá llegar a un criterio de la máxima objetividad personal, a la verdad sincera de cada uno. A lo mejor, de esa forma, conseguimos que toda la compañía del chiste desfile con igual paso (que es de lo que se trata, ¿o no?).

    (seguiremos)

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  14. Jenofonte,tu comentario me hace pensar;es cierto que los hombres tienen aprensión a que se pueda identificar en ellos algún rasgo homosexual y se cuidan, muy mucho,de dejar bien clara su heterosexualidad.
    Puede que tengas razón en que, en caso de haber reticencias, es más exacto hablar de "recelo", como salvaguardia de la propia imagen.
    Tal vez la homosexualidad femenina se vea de otra forma.
    No recuerdo haber visto la película que citas.He visto alguna otra sobre la homosexualidad masculina, tratada con mucha delicadeza.
    Jenofonte, es un placer conversar contigo.Eres un buen conversador.
    Saludos.
    Fany

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  15. Luis, es verdad que las palabras "la culpa es de...", así dichas pueden sonar algo fuertes, pero es que recuerdo que ha habido culturas en las que la homosexualidad no era pecado, por lo tanto no era castigada ni en este mundo ni en el otro. Por ejemplo, en la cultura griega clásica, especialmente en Tebas, se consideraba altamente positivo el que un hombre tuviera una pareja de su mismo sexo. Si a comienzos de la Era Cristiana la cultura griega era la que dominaba el mundo occidental, ¿en qué momento la homosexualidad comenzó a ser punible sino cuando ese mundo se hizo cristiano? Es algo que salta a la vista, sea o no sea así, esa es la percepción que queda.

    Fany, lo de la homosexualidad femenina es otro tema, cuando a la reina Victoria le plantearon el problema del amor físico entre dos mujeres, ella determinó que tal cosa era "imposible", por lo que en las leyes inglesas quedó un vacío legal al respecto...

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  16. Fany dijo:
    "Tal vez la homosexualidad femenina se vea de otra forma"
    Peor tratada o negada, como dice Jenofonte con la anécdota de la reina Victoria.
    Cuando oigo hablar de lesbianas, las imágenes que surgen son: mujeres hombrunas escupiendo en el suelo y grotescas. Nunca escuché otros de distinto cariz.
    Yo también quisiera referir una anécdota que viví en un restaurante donde almorzaba no hace mucho tiempo.
    En una mesa estaban dos jóvenes mujeres de no más de veinticinco años en charla animada. Las dos eran muy atractivas y se hacían gestos de cariño (manos que se tocaban, aproximación de cabezas, risas etc.)y de evidente complicidad. Mirándolas, yo reflexionaba cómo a las mujeres no nos da ningún pudor el acercamiento físico y las demostraciones afectivas entre nosotras.
    En otra mesa, frente a ellas, tres jóvenes que no superaban los treinta años, las miraban insistentemente, reían y cuchicheaban entre ellos. Lo que presenciaba en las dos mesas, me hizo suponer un intento de "ligue" por parte de los hombres que no era secundado por las mujeres y, esta vez, mi reflexión fue del estilo: ¡Hombres de Dios, dejadlas en paz que no las interesais en absoluto". Es decir, la típica escena de "plastas" que siguen en su intento de seducción por muchos signos que ellas les hagan para que cejen en su empeño.
    Una vez abonada la minuta, y al salir, miré a la mesa de las chicas con la intención de decirlas con la mirada "O les dais un "corte" o no se enteran" y, mi sorpresa fue cuando vi la mano de una de ellas bajo la falda de la otra. Eran lesbianas y de ello se reían los de la otra mesa.
    ¿Cómo pudieron exteriorizar de forma tan evidente su rechazo esos hombres? Solo cuando estabas muy cerca podías ver lo que hacían de forma discreta. No me cabe duda que, en el caso de haber sido dos hombres, los de una mesa próxima hubieran simulado no ver nada.

    En cuanto a tu comentario, Luis, esperaré a su finalización para contestar.

    Es un placer teneros, a todos, de compañeros de tertulia. Sois excelentes conversadores e inteligentes comentaristas.

    Un saludo.
    Julia.

    Un

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  17. Hola, Julia.
    No estoy de acuerdo en que el lesbianismo haya sido tratado peor que la homosexualidad masculina.Si dos hombres hubieran tenido un comportamiento como el de las mujeres que citas,no creo que hubiera pasado sin la recriminación de alguien.Estos hechos son una anécdota.Esos tipos se habrían burlado también de dos hombres en tan manifiesta actitud amorosa.

    Las lesbianas, han vivido su relación con más posibilidades: que dos mujeres se besaran, que vivieran juntas,o que se visitaran en casa, que fueran por la calle cogidas de la mano, que formaran pareja de baile etc. eran cosas normales a los ojos de la gente.Solo el aspecto masculino, en algunos casos,les hacía objeto de sospecha y de burla.
    Lo que yo quiero constatar, es que , a los ojos de los hombres, hay menos rechazo o repugnancia. Tal vez porque, como he oído en alguna ocasión,les puede resultar excitante.
    Para mí, ambas homosexualidades son una opción personal y un derecho a vivir su sexualidad como les resulte más placentera.

    Jenofonte,buena cita la de la Reina Victoria.Creo que, precisamente por creer el lesbianismo imposible, se han concentrado menos las miradas sobre las lesbianas y han podido vivir su relación con menos escarnio que los homosexuales. Si bien,la negación de esa posibilidad, es ya una ofensa hacia la mujer.

    Julia,gracias por tus palabras amistosas.Yo también valoro mucho la participación de todos vosotros.Con nuestros comentarios animamos esta tertulia.
    Un amistoso saludo.
    Romero

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  18. JENOFONTE dice:
    "Por ejemplo, en la cultura griega clásica, especialmente en Tebas, se consideraba altamente positivo el que un hombre tuviera una pareja de su mismo sexo. Si a comienzos de la Era Cristiana la cultura griega era la que dominaba el mundo occidental, ¿en qué momento la homosexualidad comenzó a ser punible sino cuando ese mundo se hizo cristiano?"

    De acuerdo contigo. Yo me pregunto lo mismo.Es la moral religiosa la que crea el concepto de pecado.¿Hay alguna religión que acepte la homosexualidad?.
    Saludos, Jenofonte.Me gustan tus comentarios.

    Un amistoso saludo.
    Fany

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  19. Tengo entendido, pero no puedo asegurarlo, que el Budismo, el Sintoismo y el Hinduismo, entre las religiones practicadas actualmente, aceptan la homosexualidad. Pero también he visto por ahí que en los países en los que tales religiones son practicadas, la homosexualidad ha estado expuesta a sufrir rechazo en algunos estratos sociales debido a la influencia de la "cultura" occidental...

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  20. ¡Buena entrada, Jenofonte! Nos obliga a actualizar datos.

    Por lo que sé:
    El Budismo condena el deseo y la sexualidad en las órdenes religiosas porque son obstáculos para llegar al Nirvana, pero la aceptan entre los laicos (incluída la homosexualidad).
    Los Hinduistas, en sus textos sagrados la condenan y en la India, es delito penal; lo que es contradictorio porque están presentes en algúntexto sagrado (por ejemplo el Kamasutra) y en esculturas y pinturas.
    Los Sionistas (al estar la religión y la sociedad unidas en Japón y al ser una religión muy flexible, fue rechazada y aceptada según en qué épocas.

    Un saludo.

    Julia

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  21. Luís, estoy deseando conocer, claramente, su punto de vista sobre este tema. Su intervención última no me aclara nada, sobre esos argumentos más sólidos que los que, hasta ahora ,se han expresado en esta tertulia, y que a usted le parecen "flojos".
    Le estoy esperando con interés y curiosidad.

    Saludos
    Romero

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  22. Coincido con Romero. Apenas te oímos en TU foro. No sé...me parece estar en la consulta de un psicoanalista que pone el anzuelo para que el paciente hable y el doctor pueda diagnosticar. Me permito hacer esta broma, Luis, espero no molestarte.
    Un saludo.

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  23. Ser médico, astronauta o torero son opciones que las personas tomamos en un momento de nuestra vida. Estas opciones son coyunturales, reversibles e incluso compatibles: se pueden solapar, interrumpir e incluso soslayar conscientemente por imposición de la voluntad; en mi opinión, la homosexualidad no se ajusta a estos parámetros.

    Desde los inicios fetales (fase de mórula), el óvulo fecundado dispone de una pareja cromosómica que tiene programada la creación y el desarrollo completo del futuro ser humano. Hoy día se puede prever, por la estructura y composición de los elementos de esos cromosomas, que el futuro individuo va desarrollar de terminadas formas anómalas con respecto a lo que se espera: son anomalías de formación o, para emplear la máxima intención aséptica, variaciones modales de desarrollo. Se sabe, por ejemplo, que el no desdoblamiento del cuerpo 21 del cromosoma de uno de los gametos ocasiona un cromosoma ovular con tres cuerpos 21 (“trisomía del veintiuno”) que originará el “síndrome de Dawn”, conocido como “mongolismo”. Del desdoblamiento de los cromosomas materno (XX) y paterno (XY) y posterior emparejamiento (habitual) saldrá una hembra o un varón, pero un defecto de desdoblamiento del XX ocasiona un individuo XXY con caracteres sexuales mezclados (síndrome de Klinefelter). Las gónadas, con un mismo origen organoléptico, evolucionan en función de esa programación a ovarios o testículos y generan secreciones hormonales sexuales (estrógeno y testosterona) que, en relación a sus niveles respectivos, el individuo desarrollará los caracteres sexuales secundarios y terciarios específicos (vello, distribución de las grasas, tono de voz, ...). Todo este rollo para basar mi convencimiento de que el comportamiento, actitudes y aptitudes sexuales de un individuo no son opciones por la que se pueda decantar voluntariamente sino que le vienen impuestas genéticamente.

    Y eso ocurre cuando se da cuenta de la diferencia, cuando su relación social precisa una demanda sexual. Entonces ve que algo no va como se espera. Y tras una fase de perplejidad, negación de la evidencia y rechazo, pasa a un intento de reconducir su esencia y, ante la impotencia en que concluye sus reiterados fracasos, llega la de resignación y aceptación como “diferente”, que puede impedir una relación sexual y sentimental deseable, siguiendo los cauces establecidos en su entorno.
    Es un hecho aceptado también que esta imposición biológica es una inmensa decepción personal y su afectación es tan grande que le conduce a tomar actitudes que, a veces, amenaza su vitalidad.

    Concluyo este primer criterio contrario a esta creencia opcional que incluso trata de implantarse obligatoriamente en la pedagogía oficial: Tengo la firme convicción de que la homosexualidad no no es una opción voluntaria sino un cruz impuesta por la biología que cada uno la lleva como puede.

    (seguiremos)

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  24. ¡Glub! En un post anterior puse sionista en lugar de sintoista. ¿En qué estaría pensando? Perdón.
    Un saludo.

    Julia

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  25. Luís,¡ por fin una clara explicación, con la que estoy de acuerdo.La homosexualidad no es una opción voluntaria, sino un imperativo genético.
    Yo dije: "una íntima elección de cómo vivir su sexualidad"...Rectifico como referencia a la homosexualidad, pero puede ser válida para quienes la practican voluntariamente por experimentar otras formas de obtener placer.

    Se sabe que muchos hombres casados, practican la homosexualidad clandestinamente y, en estos casos no creo que sea una imposición genética, o bien que optaran por el matrimonio heterosexual, como elección para encubrir su homosexualidad ante su entorno.
    Concluyendo:me parece buena su exposición y rectifico mi semántica por si induce a errores de interpretación.
    Un placer leer sus explicaciones, tan didácticas y objetivas.
    Saludos
    Romero

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  26. JULIA, muy bueno lo del psicoanalista.¡¡ Un toque de humor siempre es bueno!!.
    Creo que todos nos lo tomamos como una sana broma. La verdad es que nosotros somos muy comunicativos. Tal vez superamos las perspectivas del autor y le tenemos agobiado.

    Un saludo y una sonrisa.
    Romero

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  27. ¡Qué va!
    En mi entorno no dejo hablar a nadie. Soy un auténtico pesado hablando, pero escribiendo no es lo mismo. Debe ser que me gusta el cuerpo a cuerpo o que el tema es lo suficientemente delicado para tratarlo con prudencia, objetividad y sin dogmatismo.

    Solo una cosa: No se agota el tema aunque alguno de vosotros inicie otro (no quiero señalar). La tertulia es de todos y estáis autorizados a publicar, ¿...o no os atrevéis?

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  28. Luís, después de pasear de tu mano por los cromosomas,me llega tu primera opinión, con la que estoy de acuerdo.No se elige ser homosexual, sino que es la biología la que lo determina.
    Sin embargo, circulan también otras hipótesis sobre la relación materno-filial, como causa de homosexualidad, y es una constante esa veneración-sumisión a la madre.No tengo opinión firme sobre la certeza de esto, solo lo cito porque hay quienes apuntan esa posibilidad.

    La segunda reflexión: "es una cruz que cada uno lleva como puede"...tiene relación con lo aquí expuesto sobre la intolerancia,la condena y persecución que ha sufrido.

    Quiero señalar que, revisando los comentarios, me doy cuenta de que hemos mezclado sexualidad, en general, y homosexualidad; mientras que sobre una se puede hablar de "opción", y en la otra no; excepto si se busca una relación de ese tipo, voluntariamente.

    Respondiendo a tu última entrada: ¡¡Que lástima no "pertener a tu entorno", para "oirte hablar por los codos"!!.Claro que el cuerpo a cuerpo siempre es más dinamizador, ágil, provocador...,pero cuando no hay otro medio,la palabra escrita es nuestra herramienta.Ya sabes que creo en el poder de la palabra en cualquiera de sus formas.
    -Iniciar otro tema...lo estoy pensando; pero confieso que no me atrevo; aunque hablo mucho sobre lo que otros escriben,me cuesta elegir un tema entre los muchos que rondan por mi cabeza.
    Veremos.
    Saber que no te agobiamos, aunque desbordemos tus expectativas, me tranquiliza.
    Saludos amistosos.
    Fany

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  29. Naturalmente la sociedad no es ajena (ni siquiera inocente) al drama homosexual; y se ha manifestado a lo largo de la historia de diversas formas al respecto.

    Acostumbramos a personalizar la sociedad atribuyéndole la virtudes y defectos que no son sino la resultante de esos atributos de los individuos que la componen. Y, entre todos, crean una forma de comportarse que obedece a criterios de convivencia que “la comunidad” cree que le beneficia. Se regulan así las expresiones públicas de las necesidades individuales, desde las más bajas pasiones a las altos sentimientos; variables sometidas a los deseos, los miedos, la prudencia, la prevalencia... del conjunto. Uno de estos criterios es la apariencia: cómo nos ven los demás. Esta importante forma de ser no solo regula la vida de relación sino que es la auténtica impulsora de la principal industria de cualquier sociedad: la moda. Todos tratamos tapar nuestros defectos y resaltar nuestras virtudes y, si es preciso, publicitar hasta el ridículo los defectos ajenos, y necesitamos elevarlas hasta el infinito, no basta con establecer comparaciones favorables.

    Y en esa depredación social, de la que nadie y todos somos responsables, la opinión pública ensalza a los que cree ideales y rechaza con saña (crueldad a veces) a los que considera imperfectos. Y el feo, el patoso, el cojo, el bizco, el gangoso, el imbécil... el maricón, sufren el acoso y escarnio de una sociedad, para ellos injusta. Pero lo que sorprende es que muchos homosexuales participan de esa depredación autocensurándose y compadeciéndose. Así son las cosas lamentablemente.
    Pero si algunos de los defectos antes dichos son evidentes, la homosexualidad es invisible; es verdad que hay signos difícilmente disimulables (“amaneramiento”) pero, en general, es posible ocultar su esencia. Esta particularidad es aprovechada por la mayoría para pasar desapercibida integrándose en la conducta aceptada como normal (“armario”).

    Otros optan por la pasividad física y emocional como salida a una convivencia social que, a pesar de todo necesitan, y aceptan que deben asumir su papel social sin dramatismo y buscar su sitio como lo hace el vendedor de lotería o el bombero torero; porque sabe que, solo así, lo aceptará la sociedad. Desgraciadamente, sin implicar a la sociedad, el autodesprecio ha sido tradicionalmente su peor enemigo.

    Por otro lado, la sociedad establece que cualquier acto sexual debe situarse en la intimidad de los amantes; no censura el acto en sí pero debe evitarse la exhibición de los sentimientos de deseo. Pero si alguna manifestación pudiera ser tolerable, la homosexual, como si de la evacuación fecal o urinaria se tratara, es considerada abominable por la connotación repulsiva que puede producir al no homosexual al que se le impone la escena. Es ese “comportamiento diferente”, no usual, el que la mayoría social cree que puede afectar a la normal convivencia y, por lo tanto, es sujeto de rechazo y revisiones periódicas (también ha ocurrido, aunque menos, con la prostitución femenina). Mientras el comportamiento sexual es discreto, no creo que sea censurado por ninguna sociedad evolucionada (naturalmente excluyo los fanatismos, religiosos o no, que los creo perversos por muchas otras razones, más trascendentes incluso).

    Ahí, pienso, que está la clave: en la discreción. Pero de eso hablaré otro día (esto es demasiado denso para las vacaciones).

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  30. Tus explicaciones biológicas me obligaron a bucear en Internet la veracidad o no de ellas (siempre tiendo a cuesstionar lo que desconozco, no lo malinterpretes) porque, según lo que sabía y que expuse en mi primer post, no estaba probada la certeza de que su causa fuera la Genética. Como dije en ese comentario, poco me importa (aunque me ratifico en él, se desconoce la causa, según todo lo que leí "a posteriori"); y poco me importa porque la homosexualidad es un componente de la propia identidad del ser, sea por Biología o Psicología, y, por ello, para mi, válida, respetable y natural.
    Esta, tu última entrada, la leí dos veces (algo que no suelo hacer); porque me sorprendió la coincidencia con mi propia visión; pero metiste, junto a todo ello, un fleco, una ramificación que podría ser interesante para un próximo hilo: la discreción en determinados actos naturales como obligación social, como deferencia a nuestros congéneres; algo que, en el deseo, siempre me cuestioné (acepté por comodidad pero no lo compartí).
    Y este nuevo hilo me interesa desarrollarlo, si lo creeis de interés como para compartir nuestras reflexiones.
    Hay actos que por su propia naturaleza, son privados y así deben ser, pero ¿cual es la razón por la que la sociedad condena la manifestación (no, la exhibición que en cualquier acto es molesta) del deseo (no en su consecución que, por tradición de siglos, es un acto privado) cuando el deseo es la alimentación del alma como el alimento es el del cuerpo? ¿De qué forma esa represión corresponde a una hipocresía social o es pudor, entendido como reserva de tu intimidad?

    Un saludo.

    Julia

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  31. Luís, en esta segunda entrada suya, veo cierta contradicción con la rotundidad de la primera en la que decía "no es una opción". Ahora dice:
    "Otros optan por la pasividad física y emocional como salida a una convivencia social que, a pesar de todo necesitan, y aceptan que deben asumir su papel social sin dramatismo y buscar su sitio como lo hace el vendedor de lotería o el bombero torero; porque sabe que, solo así, lo aceptará la sociedad".

    Una opción forzada por cuestiones externas e internas, frente a los que optan por vivir su homosexualidad abiertamente."Asumir su papel social", para ser aceptados...¡ Pues me parece dramático!
    O sea que ser homosexual no es una opción, pero sí su forma de vivirla o de reprimirla, ajustándose a lo que su entorno social le exige o espera de él.¡ Difícil disyuntiva !

    Me detengo también en estas palabras:
    "Desgraciadamente, sin implicar a la sociedad, el autodesprecio ha sido tradicionalmente su peor enemigo."
    ¿Autodesprecio? ¿Se puede llamar así al miedo a ser perseguido, rechazado, burlado,etc.?La homosexualidad ha sido causa de condenas a muerte o de cárcel.Y, sin citar casos extremos de persecución, el saberse minoritario, fuera del modelo dominante, creo que siempre crea timidez porque uno se ve diferente, pero esta timidez no quiere decir que uno se desprecie a sí mismo.
    Yo me margino voluntariamente de muchos modelos y gustos sociales.Me digo: "conmigo que no cuenten", sin que por ello decaiga mi autoestima; más bien, al contrario, pero inmersos en situaciones ajenas a nuestro propio sentir,podemos mostrarnos tímidos.

    Y sobre la discreción...La misma que socialmente se exija a los heterosexuales.Y, estoy de acuerdo con Julia,en que mostrar deseos en lugares públicos, depende de lo que se muestre y la forma de mostrarlo, sin que sea espectáculo para los demás.Por ejemplo, el caso que citó Julia, de dos lesbianas en un restaurante, lo encuentro inaceptable, como todo exhibicionismo sexual; cosa que se da muy frecuentemente entre las parejas jóvenes.
    Pero otras manifestaciones amorosas, tiernas,bien llevadas, no me molestan.
    La discreción, debe ser la que nos dicta nuestra sensibilidad.

    Saludos a todos.
    Romero

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  32. En este sabroso debate debo despejar cuanto antes el juicio moral que me merece el la cuestión homosexual, pero, como dije más arriba, me interesa analizar primero, sin apasionamiento, la realidad del tema, porque, a lo largo de la historia, ha sido y sigue siendo un problema de convivencia —como otros muchos— que no está resuelto. Por tanto, ahora voy a comentar algunas de vuestras opiniones discrepante a las reflexiones personales que ya expuse.

    En cualquier ciencia, también en la Biología, vamos descubriendo los porqués de todo lo conocido pero, por mucho que avancemos, siempre ignoremos sus causas más remotas; por eso, en último extremo, nos topamos con la filosofía, con lo divino (desconocido)... con Dios. Y, efectivamente, no sabemos —al menos yo no— el motivo por el que no se desdobla el cromosoma materno en la formación fetal, pero sí es una verdad científica que lo hace, y de ello deriva una anomalía organoléptica que determina un sexo no previsto en la fecundación (¡ojo!, no es una enfermedad, como desde otros intereses se trata de inducir). Es, pues, una certeza científica que la homosexualidad es una esencia genética (impuesta biológicamente), no adquirida con posterioridad por factores externos (opción inducida o voluntria).

    Pero, siendo una forma de ser impuesta, no lo es su manifestación social; ésta sí es opcional porque puede ocultarse voluntariamente, así lo han estado haciendo muchos, durante mucho tiempo (“no han salido del armario”), mientras otros ha optado por mostrase tal como son (no analizo las causas que condicionan esta selección), unos soportando los desprecios culturales de su sociedad, otros reivindicando de diversas maneras su derechos como ciudadanos. Por tanto, no hay incongruencia en mi reflexión.

    Quiero ahora enfatizar en el autodesprecio. No es el miedo a la represión social lo que analizo, tampoco la timidez por su supuesta superioridad de los otros, sino la represión del propio individuo ante su esencia una vez que la descubre. No solo no se gusta cómo es, sino que culpa su “diferencia” porque le impide desarrollarse y vivir, no ya compitiendo por estatus relevantes a los que tiene derecho, sino sencillamente pudiendo pasar desapercibido. Se autoinculpa, se odia y no son raros los casos que terminan en el suicidio. Y si digo que es su “peor” enemigo (no es el único) es porque, siendo este autodesprecio perseverante e insoslayable, es el más difícil de superar; y, si no lo hace fortaleciéndose como persona, no espere que lo haga la sociedad por mucho que se libere en este aspecto.

    Romero dice que se margina socialmente cuando el entorno no le gusta; muchos también lo hacemos. Y lo hacemos de dos formas:
    1. Mentalmente. Hay que tener capacidad para hacerlo, no está al alcance de todos. Requiere formación intelectual no solo para escapar del entorno sino para construirse un paraíso virtual a su medida.
    2. Físicamente. De forma aislada es preciso tener total independencia social (familia, amigos, compañeros...) y económica para poder subsistir. Puede habitar un ghetto, un colectivo social que por muy perfecto que sea, se ha demostrado su enormes carencias, sus leyes dictatoriales o sus finales traumáticos.

    El homosexual no quiere automarginarse, quiere integrarse en la sociedad real y abierta con todas sus consecuencias.

    En otra entrada reflexionaré sobre el papel de la sociedad en este drama. De qué es lo que no toleran los distintos poderes que dominan el comportamiento social. Hablaré de diferencias de amor y sexo, de hasta dónde una manifestación es plausible o una exhibición intolerante. Quizás entonces cuadren mejor nuestros criterios aparentemente dispares.

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  33. Un poco al margen del tema central, pero en referencia a lo que se ha dicho de lo que es o no aceptado como conducta en público, me permito compartir un par de párrafos:

    "Los griegos decían que este (los mesineros) era el pueblo más bárbaro que habían encontrado, aquel cuyas costumbres más diferían de las griegas. Hacían en público lo que otros en secreto y a solas se conducían como si estuviesen entre gente"

    Jenofonte, Anábasis.

    "Sin ninguna duda, el pudor es ni más ni menos un sentimiento sagrado; y es también incuestionable que la persona cuyas normas de modestia han sido infringidas se revuelve con igual encono que si alguna ley canonizada por su fe sufriese una profanación. Hablo de «normas», en plural, porque hay aproximadamente un millón de reglas distintas en el orbe, lo que nos da otras tantas pautas de conducta donde mirarnos. El comandante Sleeman narra el caso de unas damas de clase elevada, portadoras del inevitable velo, que se escandalizaron enormemente cuando vieron pasar a unas jóvenes inglesas con los rostros desnudos frente al mundo; tanta fue su indignación que las imprecaron en voz alta, escandalizándose de que pudiera haber gente tan descocada como para exhibir así su anatomía. Y, sin embargo, las «piernas de las objetoras estaban descubiertas hasta medio muslo». Ambas facciones eran mentalmente sanas y de una decencia irreprochable en base a sus códigos respectivos, pero no podrían haber intercambiado los papeles sin experimentar un notorio malestar."

    Mark Twain, Un viaje alrededor del mundo - Siguiendo el Ecuador - II India.

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  34. JENOFONTE, me han gustado mucho las dos citas porque expresan lo relativo de ciertos conceptos, como el del pudor y el de lo público y lo privado. Cada sociedad tiene sus códigos.Nosotros opinamos teniendo en cuenta los de la nuestra, pero está muy bien mirar hacia otras sociedades y relativizar.
    Creo, incluso, que el pudor es algo individual.¡Cuántas veces me han sorprendido actitudes, para mí indecorosas,y que parecían tan normales para los protagonistas !.
    Depende de nuestra sensibilidad.La sociedad es cada vez más permisiva.¿No se ve a diario la falta de pudor en la televisión?.
    Saludos, Jenofonte. Me gustan tus opiniones.
    Fany

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  35. LUÏS dice y reitera:

    "
    No solo no se gusta cómo es, sino que culpa su “diferencia” porque le impide desarrollarse y vivir, no ya compitiendo por estatus relevantes a los que tiene derecho, sino sencillamente pudiendo pasar desapercibido. Se autoinculpa, se odia y no son raros los casos que terminan en el suicidio. Y si digo que es su “peor” enemigo (no es el único) es porque, siendo este autodesprecio perseverante e insoslayable, es el más difícil de superar; y, si no lo hace fortaleciéndose como persona, no espere que lo haga la sociedad por mucho que se libere en este aspecto."

    Demasiado contundente y generalizador, Luís. No creo que la mayoría de homosexuales "se odien" y se "autodesprecien".Tal vez desearían no serlo, para ajustarse al modelo mayoritario, porque pertenecer a una minoría siempre crea recelos en los demás y problemas psicológicos.
    También los bajitos, obesos, tartamudos, o quienes no se ajustan al canon de belleza dominante, desearían ser de otra manera más acorde a lo general, pero tanto como odiarse y autoinculparse...Estoy de acuerdo en que no tienen que esperar que la sociedad les "redima", sino que es el propio individuo el que tiene que fortalecer su personalidad, apoyándose en los valores humanos que, din duda, tienen.
    Lo dejo aquí, porque me echan.Van a cerrar.
    Saludos.
    Fany

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  36. Como homosexual, agradezco las opiniones sobre este tema y el hecho de que sea objeto de una tertulia interesante.Como ustedes dicen, no es completamente una opción voluntaria sino un imperativo biológico largo tiempo reprimido por una educación moralista intolerante.

    Gracias por el respeto que ustedes muestran.

    Saludos.

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