martes, 11 de junio de 2013

AIRE, LUZ, FLOR Y TIEMPO

                                                         Editado por Julia


La pequeña María toma las manos de su madre —grandes, enrojecidas, estriadas, con los dedos gruesos y las uñas rotas— y hace que rodeen su carita sin sentir que raspan sus mejillas. Es aire, luz y flor quien la acaricia por breves momentos porque son manos demasiado ocupadas. Y a ella, cada día, le hubiera gustado ser camisa para planchar o suelo y plato que fregar.

      Pasa el tiempo, la silueta de la niña se redondea y sus senos se llenan mientras la espalda de la madre se curva y su piel se arruga.

      El calendario se retuerce en una espiral que se percibe como una línea. Otra pequeña María toma las manos de su madre —grandes, blancas, suaves, con largos dedos y uñas cuidadas— y hace que aire, luz y flor rodeen su rostro por breves momentos porque son manos demasiado ocupadas. Y a ella, cada día, le hubiera gustado ser enfermedad que diagnosticar o enfermo que sanar.

 




4 comentarios:

  1. Hola, Julia.
    Aunque este escrito no me incita al debate -como sería propio en una tertulia-,te saludo.
    Mis preferencias son los textos,no literarios,que exponen un tema de opinión directamente, tipo ensayo. Porque en otro tipo de escritos se mezclarían valoraciones literarias y de estilo, y opino que nos alejaríamos de lo que hasta ahora es esta tertulia.
    No obstante, he querido dejar mi opinión porque se ha creado amistad entre todos nosotros y no me parecía bien pasar de largo.

    Saludos.



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  2. ¿que "le hubiera gustado ser enfermedad que diagnosticar?... La verdad es que no lo entiendo.
    Esas" manos tan ocupadas de las madres", me sugieren falta de atención afectiva hacia los hijos.
    Me hubiera gustado otra forma de exponerlo, sin metáforas en el título ni en el texto.Suponiendo que ese es el tema, pues no sé si acierto.

    Saludos.

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  3. Ja, ja, ja. La verdad es que después de mandar este texto a Luis, me avergoncé y le pedi que no lo publicase pero, él lo hizo. Es ademas de buen escritor, generoso.
    Hay dos ideas:
    1. El tiempo que para mi es una espiral (todo igual aunque haya un pasito mas y se crea diferente) que se percibe como lineal a nivel personal. Puede que sea una tonteria, pero es lo que pienso. Como en lo unico que creo es en los sentimientos puse a modo de ejemplo uno: la soledad de una nena porque su madre tiene que trabajar como ama de casa o limpiadora, pasa el tiempo y esa misma madre, con condiciones economicas y profesion (médico) distintas, hace lo mismo con su propia hija. Y a las dos les hubiera gustado ser cualquier cosa (camisa, suelo o enfermedad) para estar con sus madres. Vaya, qué no aprendemos!
    2. No queria hacer metaforas, Tono, puse exactamente las mismas palabras con diferentes condiciones para hacer explicito el paso del tiempo y la igualdad de los hechos.

    Perdonadme esta intrusion en un blog que no me pertenece...soy marisabidilla ...y de una visceralidad!

    Un abrazo

    Julia

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  4. Aunque Julia es la autora del escrito, a mí me corresponde aceptar, auditar y publicar lo que se expone en este foro. Por tanto, quiero que recaiga sobre mí la, quizás, falta de idoneidad del mismo para que cumpla el objetivo requerido.

    Tenéis parte de la razón en cuanto a que el texto es literario —muy bello, por cierto—, pero yo lo veo también como un alarde descriptivo de una realidad social que, por su trascendencia, no es de menos interés para un debate.
    Dos mujeres que el trabajo en casa ajena enajena el cuidado de la suya. Son muchos los factores que empujan a la mujer a integrarse en un rol nuevo al que socialmente tiene derecho, pero no es menos cierto que ello conlleva a la disolución estructural del clásico y necesario núcleo familiar. La ausencia —lícita, por otra parte— del esencial papel integrador de la “amadecasa-esposa-madre” no es posible mitigarla con asistentas laborales, guarderías y los eufemísticos actividades extraescolares y campamentos de verano.

    De acuerdo con Julia, el gesto especial, cariñoso, consolador, comprensivo, protector, aleccionador, ilusionante, vitalmente necesario para el niño y el adulto, no es posible obtenerlo fuera del entorno maternal.

    Hagan juego, no va más.

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