domingo, 7 de julio de 2013

La devaluación de lo íntimo

 
  Lo íntimo se pierde cuando se expone a la mirada de los otros.Vemos en la TV y otros medios informativos y de comunicación, la exhibición de aspectos de la vida íntima de las personas, presentados como espectáculo. Programas de gran audiencia que desnaturalizan el concepto de intimidad, al hacerla pública e intrascendente y, lo que es peor, al mercantilizarla.

El terreno de lo íntimo se ha restringido tanto, que podría decirse que no existe como valor social ético y moral. Se toma como propiedad privada y, como tal, puede exponerse a la curiosidad de los demás, bien por interés material, o bien por exhibicionismo, o porque ha perdido su carácter íntimo al haberse hecho público repetidamente a través de los medios y las redes sociales.

El ciudadano relaja su guardia, impotente, pensando que su intimidad ya no le pertenece en exclusiva, o ya no es el dueño absoluto de ella. Está convencido de que el "gran hermano" espía nuestras vidas y que nuestra intimidad está registrada en los archivos del Poder y al alcance de muchos en las redes sociales y en los buscadores de Internet. Ha perdido valor para él mismo.No le importa mostrarla porque ha perdido la conciencia de lo que debe permanecer apartado de la mirada de los demás. La banalización de lo íntimo ha abierto las puertas al exhibicionismo y a la mercantilización de las emociones.Se ha pasado de un exagerado secretismo a un burdo destape emocional.

He oído alguna opinión sobre lo beneficioso que puede ser para sensibilizar a la sociedad respecto a cuestiones íntimas y cómo se abordan, o se lucha para superarlas, como en el caso de una enfermedad o una situación familiar difícil.Mostrarlas, sin morbo, puede generar empatía y generosidad, porque al conocer parte de la intimidad de una persona, nos acerca y sensibiliza. Pero creo que esto son excepciones.

Vender la intimidad, o utilizarla, como hacen los políticos, para convertirla en votos,degrada la ética de la sociedad y pervierte el concepto de lo íntimo.

Saludos a todos.


24 comentarios:

  1. Desde siempre la privacidad fue considerada un derecho. No siempre ha sido respetada, la privacidad, es decir el ámbito privado de la vida cotidiana, siempre ha estado bajo la vigilancia de las llamadas autoridades, legales, políticas, religiosas, encargadas de velar por el cumplimiento de las leyes y las costumbres, pero estaba dentro del derecho natural de las personas el defenderla de una u otra manera.
    Como vemos cada día, la privacidad se está perdiendo cada vez más, pasando los aspectos propios de nuestra vida a ser, prácticamente, del dominio público. Ya no son solo el Estado y la Iglesia los que pretenden tener acceso a nuestros datos sino la Banca y el Comercio, los que ahora saben cuánto ganamos, cuánto gastamos, qué usamos y qué comemos, cuánto ganaremos y cuánto gastaremos.
    De esta privacidad nos hemos dejado despojar tranquilamente cuando entregamos nuestros datos al llenar solicitudes y documentos (--si completa los datos no se dará curso...).

    Pero la intimidad, según dice el Diccionario: la Zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo, esa es otra cuestión. Aquí es cuando el asunto se pone de color de hormiga. Porque, como dice Fany, se ha devaluado hasta perder casi todo su valor, esa zona espiritual ha dejado de ser reservada.
    ¿Quién es responsable de esto? Aquí si que no cabe culpar a otros sino a nosotros mismos. Porque si alguien abría ante otro su intimidad, solo lo hacía por amor, por una profunda amistad o bajo tortura. Actualmente no es necesaria tanta profundidad, la intimidad se abre gratuitamente, ni siquiera se regala, se dilapida.
    ¿Cuándo comenzó todo? Puede ser que con el nacimiento de la televisión. Alguien descubrió que, manipulando adecuadamente al público, este estaba dispuesto a desnudarse frente a las cámaras sin mayores problemas. Los programas de concurso creo que fueron los que abrieron las puertas a esta devaluación de la intimidad. Ante la posibilidad de ganar un premio los concursantes se mostraron dispuestos a divulgar su intimidad, sus deseos y sus ambiciones, y muchas veces su miseria humana.
    Luego, la llegada de Internet convirtió este divulgar a todo el mundo, sin mayores vergüenzas, la intimidad de las personas. Ahora todos se desnudan sin ambages, física y espiritualmente, publicando literal y metaforicamente lo que antes solo el ginecólogo y ni siquiera el confesor, estaban en condiciones de ver. Las redes sociales son el espacio en el que la intimidad desaparece y se convierte el algo extraño, en un Diario de Vida al revés, eso que antes se escribía en secreto y se cerraba con un candadito, ahora se escribe en una gran pizarra expuesta en la plaza pública (¡y sin nadie se asombra, menos se sonroja siquiera!)
    Bueno, esta es la intimidad regalada. Pero la otra, la vendida, es algo peor, porque es utilizada para buscar la manipulación de las personas, de los electores en el caso de los políticos, y de los espectadores, en el caso de las figuras del espectáculo, que no vacilan en exponer su intimidad con el fin de ganar votos o captar la audiencia (ambas traducidas, por su puesto a poder y dinero).
    No, no creo que todo este exponer la intimidad nos haga mejores, creo que, definitivamente, nos empobrece, porque nos deja sin esa zona espiritual que antes era propia y ahora es de todos y de nadie.

    Saludos

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    1. Jenofonte, está bien ese primer párrafo en el que señalas que también la privacidad está afectada y utilizada en beneficio de terceros, de los mercados, o espiada en nombre de la necesaria seguridad.

      Pero no es lo mismo íntimo que privado, aunque parece que, a veces coinciden.Diría yo que lo privado es la posesión de bienes materiales sobre los que legalmente asiste un derecho exclusivo y está sujeto a modificaciones mediante contrato o acuerdos, mientras que lo íntimo pertenece a la esfera de lo inmaterial -"espiritual", por utilizar el término de la RAE- y afecta al hombre, a su conciencia, en tanto que ser humano, no como propietario.

      Pero no me extiendo para no alejarme del tema propuesto por Fany, que es la pérdida de la intimidad, su banalización y mercantilización,arrojándola al terreno de lo público.

      Un placer volver a encontrarnos en esta tertulia.

      Saludos.

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  2. Correcto, pero si comencé el comentario con lo de la privacidad es porque he observado que muchas personas tienden a confundir privacidad con intimidad, haciéndolas una sola cosa.
    Ahora bien, nuestra privacidad puede ser invadida facilmente, de hecho, mientras más tecnología usamos en las comunicaciones, más vulnerables somos. Es algo al parecer inevitable e irreversible. Pero ¿y la intimidad? Llama mucho la atención que esta sea expuesta por las personas, sin mayores problemas, en las redes sociales, dejandola a la vista de todo el mundo ¿a cambio de qué? ¿que beneficio se obtiene?.
    Es común en algunos casos, como en una sala de espera de un hospital, por ejemplo, que una persona entregue a su vecina de asiento detalles de su intimidad, pero ahí está claro que lo que se busca es comprensión, consuelo, alivio, ¿pero en una red social, a un centenar de "amigos" que no lo son? ¿cual es la motivación? ¿que mueve a las personas a perder el sentido de lo íntimo, o por ultimo, de la vergüenza?

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  3. ¿Qué cuál es la motivación para exhibir lo íntimo, en las redes sociales, a personas que ni siquiera se conoce?.
    La explicación más certera nos la podrían dar psicólogos y sociólogos, y también los filósofos, porque es un fenómeno social; comportamientos, no de individuos aislados, sino del conjunto de la sociedad y, creo yo que tiene que ver con el momento histórico de las democracias liberales modernas y el papel que la tecnología tiene en ellas.

    Las personas que actúan exhibiendo la intimidad, han perdido la noción de lo que eso significa debido a la destrucción que el sistema hace de lo íntimo.

    Como he dicho en mi exposición,no existe como valor social ético sino como espectáculo, como una propiedad sin valor moral, que puede ser transferida.

    Saludos.

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  4. Se me ocurren algunas cosas, como que antes las personas se movían dentro de algunos círculos, la familia, el club. el café, la pandilla del barrio, en los que se sentían acogidos y confortables. En algún momento esos círculos se fueron perdiendo cuando apareció la televisión como alternativa de entretención que hacía innecesario salir de casa. Las personas se hicieron adictas a la pantalla, de la que recibían información, conversación, en fin. Pero esto provocó en las personas un sentimiento de soledad, al reducir el contacto humano. Luego, cuando se inició la era de la computación, de pronto la pantalla se volvió interactiva, ya era posible no solo recibir sino también responder. Entonces, la persona ya no se siente sola, vuelve a pertenecer a un grupo, a un círculo, en el que puede compartir. El problema está en que no se tiene conciencia de que el grupo no es cerrado, es abierto, demasiado abierto. Hay algo en el sistema que lleva a la persona a pensar que la información que entrega solo llega a las personas cercanas, y no, como es en realidad, a cualquiera que tenga una pantalla a su alcance.
    El problema es que son solo ideas que se me ocurren, pero no teniendo ni siquiera nociones de sociología o psicología, es difícil saber si lo que creo tiene alguna validez.
    Saludos.

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    1. Estoy de acuerdo contigo en que la posibilidad de comunicación cuando "la pantalla se volvió interactiva",fue algo decisivo para llegar a mostrar la intimidad como medio de acercamiento a personas lejanas, pues además, al hacerse al abrigo del anonimato,es más fácil desinhibirse. Pero lo extraño es que se abra esa puerta a cualquiera, no a personas concretas con las que se quiera entablar una amistad íntima.Para esto está el correo privado mutuamente deseado.

      Todo lo que dices tiene su validez, Jenofonte; opinamos como personas pensantes y eso siempre es válido.

      Saludos.

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  5. Creo que aspectos de la intimidad que se exhiben indiscriminadamente, se perciben con la misma banalidad que se muestran.Están desvalorizados como íntimo, a fuerza de verlo expuesto repetidamente. Nada de la vida humana se nos oculta, y por eso ya nada nos llama la atención ni nos escandaliza. ¿Tiene esto que ver con la globalización donde lo individual se diluye?

    Saludos.

    Una agradable tertulia, con temas interesantes. Gracias a todos.

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    1. Hola. Bienvenido a la tertulia.
      Creo que esa "naturalidad" con la que se observa la intimidad de los otros, algo tiene que ver con la "globalización" a la que aludes, pues ella impone no solo modelos económicos globales, sino éticos. Es fácil observar la uniformidad de comportamientos en los ciudadanos de distintos países occidentales y los valores que, desde el Poder, se propagan directa o indirectamente.
      En algunos, donde el nivel cultural es más bajo, se nota más la degradación de lo íntimo, como ocurre en nuestro país.

      Saludos.

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    2. Tono,una cosa es mostrar la intimidad públicamente,y otra es degradarla.Hay países que, por tradición y cultura, han sido siempre muy liberales en cuanto a la sexualidad y no se ha tenido como algo que ocultar a los demás, pero se ha mostrado con naturalidad, sin degradarla. En cambio en otros países, como en el nuestro, lo repudiable no es que se muestre sino que se haga de forma grosera y mercantilista, degradándola.

      Estoy de acuerdo con Anónimo en que lo que se muestra con banalidad, se percibe como tal. Lo que impacta es lo novedoso o la intimidad asociada a un nombre de persona conocida (por puro morbo), pero la exhibición anónima, estamos hartos de verla y llega a resultarnos banal.

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    3. Bueno, en algunos países, por tradición cultural más liberal en cuanto a sexualidad,no le dan tanta importancia a mostrar aspectos de la intimidad, porque lo consideran algo natural en el ser humano; su educación desde bien pequeños les permite ver intimidades sin mirada morbosa. Cuanto más alto es el nivel educativo del país, estas y otras demostraciones íntimas no resultan burdas, como ocurre en países de bajo nivel cultural.
      Como se ha dicho, el lugar y el cómo se exhiben tiene mucha importancia.

      Saludos

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  6. Estoy, fundamentalmente, de acuerdo con lo expuesto por la autora del tema, pero quiero añadir algo sobre el concepto de íntimo y su evolución.
    Sobre "el secretismo" y el "destape emocional". El primero, era una necesidad impuesta por ley y por la moral de un régimen católico-totalitario.Lo íntimo -sobre todo lo referente a relaciones sentimentales y al libre pensamiento- se preservaban porque no hacerlo acarreaba riesgos muy serios. Tal vez por esto, el concepto de íntimo no ha madurado en la conciencia del individuo adulto; lo íntimo no era lo que él quería preservar, sino lo prohibido; había una identificación de ambos conceptos.

    Con la democracia, la sociedad se hace permisiva,y lo íntimo puede mostrarse, pero se asimila a un bien material privado, en una sociedad de mercado y de consumo, en el que se mercantiliza lo íntimo, y puede ser exhibido, vendido , e invadido, como mercancía.

    Distingo, como dice Jenofonte, la intimidad que "se regala" -yo diría que se exhibe-, de la que se vende o se asalta desde los medios, incluído Internet.

    La que se vende supone una quiebra ética del individuo, que se "globaliza" en la esfera de lo público porque no valora su singularidad, o no cree tenerla.Todo lo que tiene en su interior está expuesto en las imágenes del cine, TV,Internet, obras artísticas, literarias e incluso en las pornográficas. "Lo suyo" es lo de todos y está a la vista de cualquiera, por lo que no ve razón para preservarlo, ni avergonzarse de mostrarlo.

    Un placer volver a intercambiar opinión con vosotros. Hacía tiempo que lo esperaba.

    Saludos.

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  7. Qué diferencia hay entre privacidad e intimidad?
    La primera tiene un caràcter individual y particular; se refiere a lo externo a la vida del individuo. La segunda es profunda, intima y secreta.
    Creo (yo), que su diferencia y quien la propague hace que sea espuria o no. Si se vende tu privacidad es banal y moralmente aceptable, aunque denote cierta baja calidad cultural...o necesidad imperiosa de dinero. Si vendes la de los demàs, totalmente reprobable porque no le pertenece.
    La intimidad compartida con alguien pròximo o lejano, mostrarse desnudo\a es una muestra de autenticidad. TODOS los escritores importantes lo han hecho y de ahi su grandeza. Esta generosidad es digna de alabanza. Como lo dicho con la privacidad, la promulgaciòn por parte de otro no solo es reprobable, es mezquino y traidor, tanto por el que lo hace como por el que lo escucha.
    Fany, siempre tienes una reflexiòn sobre temas que nos llegan a todos, haces de esta tertulia una delicia. Jenofonte, se te echaba de menos.
    Un abrazo a todos.

    Julia

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    1. Hola, Julia. Gracias por tus elogios.Desde el comienzo formamos un grupo bien avenido, amantes de la conversación y es un placer volver a encontrarnos.

      Como siempre, voy a disentir en algo contigo, amistosamente: tanto la privacidad como la intimidad tienen un carácter individual y particular, aunque, como dices, una se refiere a lo externo y la otra a lo interno.

      También estoy de acuerdo en que la intimidad compartida es "una muestra de autenticidad", pero lo que tratamos de comprender es eso de compartirla con cualquiera que se asome a nuestra página web, blog, o cuenta en una red social.

      Y en cuanto a los escritores que escriben su autobiografía...No siempre revelan su intimidad para comunicarnos sentimientos y transferir el saber adquirido a lo largo de su vida, también los hay que la escriben para enaltecer su ego; o sea, otro tipo de exhibicionismo.

      Un abrazo.

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  8. Voy a tratar de comprender a esos individuos que, sin rubor y sin finalidad aparente, exhiben su intimidad.
    Quizá piensen que todos los seres humanos nos parecemos y habitamos similares parcelas de intimidad, y, como un acto de empatía, no les importa mostrar pasiones y actitudes íntimas en las que cualquier ser hmano puede reconocerse. Al abrir su intimidad a los demás se acerca a ellos y las relaciones humanas se hacen más sensibles , porque lo que ensucia lo mostrado es, muchas veces, la mirada morbosa del observador.

    Aunque las cuestiones sexuales no son lo único del terreno íntimo,ni lo más importante, me detengo aquí porque suele ser objeto de la mayoría del exhibicionismo mostrado en las redes sociales.
    ¿No es el cuerpo algo íntimo? Y, sin embargo hasta la persona más "decente" luce generosos escotes en cualquier lugar público, y los senos o el cuerpo entero en las playas, sin que parezca que lo hacen por intereses espurios.
    Se podría discutir si es por sano placer, por narcisismo, o por exhibicionismo interesado.Pero saber su intencionalidad sería entrar en el terreno de la psicología.

    Interesante tema.
    Saludos a todos.

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    1. Lo que dices en el primer párrafo lo creo cierto en una relación concreta, o entre amigos, aunque en este caso no hay exhibición sino deseos de establecer vínculos.
      También coincido en que la mayoría de las veces es la mirada del observador la que contamina lo mostrado, precisamente por eso hay que cuidarse de no exponerse a ellas.

      Sobre la exhibición del cuerpo, creo que si hoy día se ve con indiferencia y aceptación es precisamente porque ha sido y es mostrado infinidad de veces con lo que ha perdido el carácter de cosa íntima y se percibe como exhibicionismo banal. También contribuye a ello la evolución de los prejuicios morales de la sociedad, hacia una mayor libertad individual para establecer los límites.

      Estamos saturados de cuerpos -sobre todo femeninos- utilizados en la publicidad.¿Cómo vamos a ruborizarnos de mostrar o verlos?Este hecho carece de valor para enjuiciarlo; solo lo tiene publicitario.

      Saludos

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  9. Además del de reproducción, el traspaso del saber es otro mandato biológico esencial de la existencia (gracias a él el individuo y la sociedad en su conjunto han evolucionado de forma exponencial), un saber —acumulación de conocimientos y experiencias— que es el resultado de un instinto que obliga a obtenerlo: la curiosidad. El hombre es, pues, un ser curioso por obligación; y su curiosidad no se limita a observar pasivamente a su alrededor, sino que va más allá, a investigar lo que está oculto buscando el placer de conocer lo desconocido —es la Filosofía, en el sentido más aristotélico—. Pero esta búsqueda del saber no es general o aleatoria sino selectiva de aquello que le pueda interesar, por eso ignora lo que ya conoce o lo que espera conocer le es indiferente: debe esperar sorpresa placentera.
    El teatro y el cine le han proporcionado este placer durante años pero empiezan a agotarse las historias de ficción ajenas a su vivir. El espectador quiere historias reales, de gente como él, para sentir cosas parecidas, pero la historia real carece de originalidad, de novedades, de sorpresas impactantes. Y es la televisión, con el directo, la que busca las escenas que vendan mejor los productos comerciales; en lugar de representar obras de teatro, musicales, cinematográficas, de costes elevados en guiones, libretos, tramoyas e interpretaciones profesionales, optan por “echar” en un plató, para que sean observados como animales, unos cuantos especímenes humanos, sin orden ni concierto, que hacen lo que quieren con tal que se representen a sí mismos, por unos miserables euros. Pero ¿qué hacen de especial para que sean interesantes?: sexo, solo sexo, implícita o palpablemente (nunca mejor dicho) sexo. Los productores saben que el individuo no se cansa nunca de “participar”, aunque sea de forma indirecta, de las relaciones sexuales de los otros, en sus prolegómenos, en la minuciosidad del propio acto, en sus conclusiones, en sus éxitos, en sus frustraciones, ...en su intimidad, en definitiva. En esos “realitis” no hay ninguna vieja todos son jóvenes —como no podía ser de otra forma—, escogidos por su físico, su desparpajo, su falta de autoestima, su elemental forma de ser y su precario coeficiente mental; también por la necesidad económica o la carencia de forma de obtenerla. Son, en definitiva, pobre gente manipulada por una economía de mercado sin escrúpulo.

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    1. Hola, Luis.¡Cuánto me alegro de que nos dejes tu opinión, siempre tan bien razonada!.

      Es cierto ese interés primordial por lo referente a todo lo referente al sexo o que tiene connotaciones de ese tipo, pero opino que reduces demasiado lo íntimo a lo sexual y el escenario a ciertos programas de TV. También se exhiben sentimientos profundos de dolor, sobreactuando, para convertirse en víctima y atraer la mirada compasiva de los otros; otras veces se exhiben sentimientos de rechazo, o de conductas y deseos enfermizos o agresivos para dar una imagen de prepotencia o de rareza.

      Cada persona tiene varios "yo", y los muestra según el escenario en el que se desnuda. Pensándolo bien, siempre que se exhibe algo íntimo, se busca el éxito; entendido como tal, la admiración, la simpatía, la compasión -según el caso-, el deseo de proximidad al otro,la seducción, la comunicación anónima, adaptando su "YO" a los modelos convencionales, en unos casos o enfrentados a ellos, en entornos donde se aprecie la originalidad, la personalidad creativa, rebelde y audaz.
      Y, no todas las personas que exhiben su intimidad son "pobre gente" manipulada. A veces son ellas las manipuladoras, mediante el maquillaje de su "yo" íntimo, que utilizan como cebo para las flaquezas humanas.

      Se busca siempre la mirada de los demás, aunque sea anónima y virtual; una forma de comunicación que la tecnología, al alcance de todos, hace posible.

      Saludos a todos.

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  10. Hace unos días se perdió un excursionista adolescente. Cuando encontraron su cuerpo, los periodistas de la televisión se abalanzaron (literalmente) a la casa del padre del muchacho con el objeto de captar en cámaras el momento exacto en que el hombre recibía la noticia.
    De resultas de esto, los dos canales de televisión tienen interpuestas más de 30 denuncias cada uno en el Consejo Nacional de Televisión, por lo que se considera una grave invasión de la intimidad de las personas, porque ponerle la cámara en el rostro a alguien para captar su dolor ya es demasiado.
    No se que destino tendrán las denuncias, pero creo es una buena señal que la gente reaccione en contra de esa práctica terrible por su falta de compasión.

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    1. Un vivo ejemplo del asalto a la intimidad. El dolor en situaciones límite en las cuales se escapa al control de las personas que sufren,es algo muy íntimo y mostrarlo como espectáculo denigra el medio que lo difunde.

      Yo veo el dolor y otras emociones intensas,más íntimas, incluso, que lo relacionado con la sexualidad.

      Y con este ejemplo me remito a lo que expone Fany al comienzo:"el ciudadano siente que ya no es el dueño absoluto de su intimidad" .El "gran hermano" vigila nuestras vidas y la intimidad queda registrada en los archivos del Poder".

      Me parecen muy necesarias las protestas por invadir y registrar la intimidad de las personas.Defender y preservar lo íntimo es, hoy día, defender nuestra dignidad.

      Saludos.

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  11. Dice Fany
    "Como siempre, voy a disentir en algo contigo, amistosamente: tanto la privacidad como la intimidad tienen un carácter individual y particular, aunque, como dices, una se refiere a lo externo y la otra a lo interno."

    Si, pero si una persona quiere "vender" su privacidad (por la razòn que sea: éxito, dinero, protagonismo...) y se expone a ser enjuiciada (sea por la TV, por las redes sociales, por blog etc. para mi, (repito, para mi) tiene el derecho a hacerlo como el que lo lee o ve a enjuiciarlo. Sigo pensando que es banal. Si vende "la de los otros" es mezquino (y reprobable para quien lo mira). Bueno hay mucha gente voyeur o aburrida o...
    Cuando yo me refiero al artista, no es que escriba su autobiografia (es màs, la mayoria de ellos no lo han hecho), no venden su privacidad ni la exhiben, es su propia obra la que desvela su intimidad. Todos conocemos interiormente còmo es Ausler, o Roth, o Ana Maria Matute o...cualquiera de los grandes (podriamos decir lo mismo de los pintores: Goya y su "pintura negra", Picasso y sus etapas, Rubens y su sensualidad...) y eso los hace grandes. Pero si alguien propagara que Por ejemplo, Ausler es un mentiroso que no cree en el azar o no es un escéptico o es avaro o... A mi, personalmente, aparte de no creerlo, me asquearia.
    Puede que creais que "tengo mano ancha" pero los limites del ser humano me parece que deben ser cada uno quien los imponga; el resto, me dice mucho màas el nivel de audencia de la sociedad y del individuo que la forma, que del que se "desnuda".

    Un abrazo.
    Milagros

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  12. Primero, voy a deshacer el lío de identidades:Se entiende que no es Luis el autor de este comentario, aunque lo primero que se ve es su nombre, sino Julia-Milagros, pues comienza citando lo que yo le dije.

    Concreto: No se discute "el derecho" de nadie a vender su privacidad. Ni siquiera el tema principal es esta, pues ya lo hemos diferenciado de lo íntimo.Pero ya que opinas sobre ese derecho,subrayo lo que yo creo una perversión de la conducta ética al tomar como mercancía su vida privada.

    -También diría, siguiendo tu razonamiento, que uno tiene derecho a tener y difundir opiniones nada favorables de Ausler,Roth, o de cualquier artista, siempre que sea sincero con su sentir subjetivo. O sea, "derecho" a hacer y deshacer, se tiene, ampliamente, en una democracia liberal y sin escrúpulos, como la actual.

    -Y coincido contigo a medias en que la exhibición o venta de lo privado nos da el nivel de la sociedad que la acepta y se recrea en ella.

    Un abrazo.

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  13. El escenario y la forma en que se muestra algo íntimo tiene tanta importancia como lo mostrado.
    -El exhibicionismo indiscriminado, cuyos fines son diversos, todos en torno al ego y la provocación y la mercantilización de cuestiones íntimas, mediante la venta, me parecen detestables.
    Pero hay otras formas aceptables e incluso necesarias:
    -La confidencialidad necesaria para intimar con alguien y liberar emociones.Como seres humanos, permanecer herméticos es insano.Mostrar parte de la intimidad a quien nos merece confianza es indispensable para estrechar una relación.

    -Mostrarla a través de la literatura, es una forma noble y natural, como señala Julia.Y disiento con Jenofonte cuando parece rechazar la forma metafórica de desvelar intimidades.Es una forma indirecta,de comunicar al lector sus sentimientos.

    -Pero, a mi juicio, el punto más importante e inquietante del tema, es que cuando el ciudadano revela algo íntimo a través de su correo electrónico privado, pierde el control absoluto de lo mostrado. Es aquí donde se vulnera lo íntimo, se espía, se registra, por ese “gran hermano” que dice tutelarnos. Y seguimos, impotentes ante esta red de espionaje de los individuos, suministrando datos al relacionarnos con un ser querido.

    Hay quien se relaja y dice: tu intimidad no les importa, forma parte de un banco de datos que rastrear en busca de cosas que interesan al sistema. Y es aquí donde yo veo la destrucción del concepto de íntimo, porque deja de ser nuestro secreto se, nos arrebata el derecho exclusivo y lo mostrado va a destinatarios no deseados que lo utilizarán para reforzar su dominio e intereses.

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    1. Romero, excelente comentario.Mencionas otras situaciones en que mostrar la intimidad es algo noble y necesario para acercarnos a personas de nuestra confianza.Permanecer distantes o herméticos, no favorece las relaciones personales.
      Y, te doy la razón en que lo más preocupante es el espionaje de la intimidad a través de Internet por parte de las instituciones con Poder y también por parte de particulares que se valen de datos íntimos para hacer chantaje.

      Me parece muy interesante este tema y tu comentario lo enriquece.

      Saludos.

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    2. Romero, buen comentario.Me gusta esas otras situaciones que citas en las que mostrar algo íntimo a personas que nos interesan es necesario para crear vínculos.Permanecer impermeables, y herméticos hacia los amigos, no es natural, ni beneficia a nadie. También, a través de la literatura, el autor revela cosas de su intimidad, buscando la vinculación emocional con el lector, pero lo hace de una forma bella y, a veces, hay en ello mezcla de fantasía, como es propio de la literatura.

      Pero en donde más de acuerdo estoy contigo es en considerar lo más importante, es la intromisión en la intimidad de los ciudadanos desde las esferas del Poder, y la colaboración de las grandes empresas informáticas.

      Saludos.

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