Y DESPUÉS DEL 15O, ¿QUÉ?
Escrito por Julia
Vivo, desde hace un año, en un pequeño pueblo de la sierra madrileña. Me instalé aquí pensando que con unos cuantos kilómetros de distancia podría alejar una ciudad que me incomoda, unos valores que detesto y conducirme a un caminar sereno, tranquilo y más acorde con mi filosofía actual. Gran error. Cuando hay hábitos arraigados, preguntas que requieren contestaciones; cuando el día a día te ha impuesto, a lo largo de los años, determinadas acciones y pensamientos concretos, no hay distancia que pueda alejarlos; allá siguen acompañándote aunque habites en una gruta como eremita; y buscarás el periódico en el pueblo más cercano o meterás la nariz en él, a poco que te descuides, para saber como respiran sus habitantes.
Ayer, en mi paseo diario, estaba yo ensimismada con la lista de los quehaceres cotidianos, cuando un grupo de jóvenes (cerca de una veintena) llamó mi atención. Eran “indignados” preparados para la marcha conjunta en Madrid y, al contemplar su alegría y su unidad emocional tan compacta, no pude evitar pararme con el ánimo dispuesto a expresarles mi apoyo.
Próxima a ellos, pude distinguir las conversaciones que en nada se parecían a las que yo supuse.
Queridos tertulianos, soy de la generación posterior a la del 68, en la que cuatro jóvenes reunidos era un buen comienzo para una charla política, utópica y seria. Pertenezco a otra generación que esos jóvenes, la misma a la que ellos señalan como causa de los males que hoy aquejan a la sociedad a la que pertenecen. Y tienen razón, lo triste es que tienen razón; pero con ellos no van los dramas, y simultanean las peticiones con su “día a día”, con “¿has traído suficientes bocadillos?” o “Carlos no viene, ayer se cogió un pedo y está durmiendo”, con su realidad.
Pude ver una gran excitación y mucha emoción en ellos y, como dice Zygmunt Barman, “si la emoción es apta para destruir resulta especialmente inepta para construir nada. Las gentes de cualquier clase y condición se reúnen en las plazas y gritan los mismos eslóganes. Todos están de acuerdo en lo que rechazan, pero se recibirían 100 respuestas diferentes si se les interrogara por lo que desean”.
La emoción es (¿cómo no?) “líquida”. Hierve mucho pero también se evapora”.
Hoy, he leído periódicos y oído telediarios en los que se hablaba de los “indignados globales”; no he escuchado propuestas para partidos políticos que inicien su andadura con cualquier slogan de los que poblaban las manifestaciones, ni personas que quieran acomodar la oposición entre economía global y política nacional para hacerlas compatibles. Tampoco ninguna teoría sobre cómo equilibrar la descompensación que arrasa las leyes y referencias locales para convertir la creciente globalización en una fuerza nefasta. Nada oí de qué hacer para que los políticos no sean marionetas, incompetentes o corruptos; no se habló de fórmulas para que los financieros se dediquen a su trabajo sin desestabilizar el mundo ni cómo obligarlos a que dejen la política y a los políticos.
Resumiendo: apenas oí que se hablase de algo importante que pudiera cambiar las condiciones actuales. Como en la reunión del pueblo donde vivo, veo mucho bocadillo, demasiada emoción y pocas cosas concretas. Ya tengo una cierta edad, puede que sea mi cerebro el que no es capaz de distinguir las últimas.
Lo que se de los "indignados" (españoles) es lo que he visto al pasar en los noticieros, es decir, muy poco. En todo caso, de ese poco logro entender que tienen mucha razón para estar indignados.
ResponderEliminarLa parte que no entiendo es esa de que sucede después de la indignación, ¿esperan que el sistema se arregle por si solo? ¿que los actuales políticos corruptos dejen de serlo?
Algo dicen acerca de que la democracia debe ser más participativa ¿entonces no lo es?, yo creo que lo es, el problema está en como se participa.
No se como funcionan las cosas en España, pero veo como funcionan aquí (aquí también hay "indignados"). ¡El Sindicato es malo, no funciona! ¡los dirigentes son corruptos! Puede ser verdad, pero aunque el Sindicato tenía casi 4 mil socios a las reuniones iban 100. Entonces, ¿el sistema no es participativo o lo es pero no queremos participar?. En las elecciones sindicales salen reelegidos (y de nuevo reelegidos) los mismos dirigentes, la votación es secreta y a nadie le guían la mano para que marquen su voto, ¿entonces...?
Creo que es muy fácil indignarse, lo difícil es hacer algo más que simplemente marchar con pancartas y gritar slogans, pero eso requiere de compromisos y muchas veces sacrificios, costo que no todos los "indignados" están dispuestos a pagar.
Leí el artículo de Zygmunt Bauman , publicado en “El País” el 18 de octubre, de donde extraes la cita sobre las emociones. Y recorté la pág. para leerla con detenimiento.
ResponderEliminarCoincido con él y contigo en que al movimiento “Indignados” le sobra emoción y le falta pensamiento, pero me pregunto: ¿Cómo pretender que un movimiento de protesta que apenas tiene 5 meses de vida y protagonizado, fundamentalmente, por jóvenes, tenga un programa alternativo definido para tumbar el gigantesco sistema del capital financiero?.Si no lo tenemos los mayores, con más experiencia, ¿Cómo lo van a tener ellos?.
Creí en utopías y luché por ellas. No me arrepiento de aquél sueño.Yo sí soy de la generación del 68. Por entonces vivía en París en una bohemia cargada de emociones que, sin duda dejó huellas en mí. Mayo del 68 se evaporó peró marcó una generación de jóvenes “contestatarios”. Encuentro similitudes y diferencias entre aquel movimiento y el del 15 M. y por eso simpatizo con él aunque sé que se evaporará también dejando algunas huellas.
Lo positivo es que rompe con la pasividad de los jóvenes, que remueve la tierra apelmazada por la resignación; la airea, la prepara para la siembra de nuevas esperanzas y de ahí pueden brotar, en el futuro, alternativas democráticas más sanas. .
En mayo del 68, se sabía y conocía quién era “el enemigo” y había modelos ideológicos
en los que apoyarse, aunque más tarde resultaron nefastos. Pero “Los Indignados” no ven al “enemigo” contra quien luchar; es anónimo, es global, se llama “mercado” y, como dios, es invisible y está en todas partes. Tampoco tienen filosofías de referencia. Todos los discursos se pudren en aguas estancadas. Está todo por inventar y, en 5 meses de vida es imposible ver frutos.
Se necesita pensamiento objetivo, una nueva filosofía, pero defiendo las emociones que son el motor. Nada se consigue sin pasión. Por eso, Stephane Hessel, inspirador del movimiento “Indignaos”, escribió después la continuación : “Engagez-vous” (Comprométanse).No nos abandonemos a un retiro privado para vivir nuestra vida a nuestra manera .Las actitudes individuales de evasión, entorpecerán el cambio.
Y, por último, no hay que temer la evaporación de lo que hierve, como dice Zygmunt Bauman de las emociones.
Si fuera así, nunca nos habríamos enamorado. ¿Hay algo que se evapore más rápido que el amor, después de haber hervido intensamente?.
Saludos.
¡Qué placer charlar con vosotros!
ResponderEliminarRomero, has vuelto; dispuesta estaba a llamar al CNI para localizarte (perdona la broma, nunca sé el protocolo que hay que seguir en Internet).
Dice Jenofonte:
"Algo dicen acerca de que la democracia debe ser más participativa ¿entonces no lo es?, yo creo que lo es, el problema está en como se participa."
Siempre, siempre coincido contigo.
Con estos indignados globales se puso la primera piedra para un cambio total. La construcción de un nuevo edificio, me temo, nunca se hará realidad. Habría que separar los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, deberiamos educarnos en la libertad real, alejar los miedos a que no nos tutelen, tachar (sin ningún escrúpulo) a los agentes sociales corruptos...Creo que es una utopía. Pero fue bonito el sueño de los indignados.
Romero dijo:
"Se necesita pensamiento objetivo, una nueva filosofía, pero defiendo las emociones que son el motor. Nada se consigue sin pasión."
Como siempre, estamos de acuerdo pero...no del todo. Tienes razón, nada se consigue sin pasión pero si solo hay eso, nada se consigue tampoco.
Utilizando tu simil, amigo, no puede haber enamoramiento sin pasión, aunque no es suficiente para llegar a enamorarnos. Lo que es perdurable en el tiempo, lo que hace nuestra revolución, es pasión con raciocinio.
Un abrazo.
Os veo muy derrotistas, -Jenofonte y Julia-respecto al movimiento "Indignados".Con todas sus limitaciones, prefiero que los jóvenes griten en la calle su indignación, a que se apoltronen frente al televisor y se desahoguen en las discotecas.
ResponderEliminarJulia, esto no es "la primera piedra para un cambio total". Opino que solo es abonar la tierra para poder sembrar en el futuro.Habrá un antes y un después y el movimiento irá encontrando nuevos cauces y se hará más maduro.
Los grandes cambios por la vía democrática, son lentos.
Jenofonte: hay mucha gente que no vota porque, como dice Romero :"Todos los discursos se pudren en aguas estancadas". Y, si se quiere ejercer ese derecho que tanto nos costó conquistar, se vota al menos malo,aunque no deje de serlo.Lo que tú criticas sería justo si existiera un sindicato honesto, defensor de los trabajadores y otro corrupto, y que se eligiera a este último.La realidad es que se elige entre corruptos.
De aquí la dificultad de conseguir cambios sustanciales en poco tiempo.
Quejare es lo primero; es la primera manifestación de que nos encontramos mal.Luego buscamos la ayuda de un especialista que nos ayude.Y no quiero decir que nos tengamos que dejar guiar a ciegas, pero está claro que para construir una casa se necesita un arquitecto, para una alternativa al capitalismo financiero global, se necesita un buen economista y para cambiar de filosofía de vida y adquirir una nueva ética, se necesitan filósofos y, sobre todo reconocer que nos hemos equivocado al hipotecar la vida a cambio de un consumo desenfrenado.
Y se necesita, también, compromiso por parte de la ciudadanía; no dejar que unos cuantos nos saquen las castañas del fuego.Y comprometerse es actuar.
Saludos a los dos participantes.
Uno de los problemas es ese, que ni siquiera se vota por el menos malo, la mayoría de las veces se vota por el definitivamente malo, ¿por qué? ¿por inercia? ¿por ese dicho popular de "es mejor diablo conocido que diablo por conocer?.
ResponderEliminarRecordé una de las escenas de la película "Señoras y señores, buenas noches", en la que el presentador, Paolo. T. Fiume" hace una entrevista:
Fiume: Sr. Ministro, me permite algunas preguntas... para la Cadena TG3.
Ministro: - Si se apura, por favor.
Fiume: Ud. está al corriente de las graves acusaciones en contra suya...por los fondos sustraídos de los comedores de los huerfanos.- Se habla de 200 millones.
Ministro: - Las conozco...
Fiume: Eso es. ¿Y no cree oportuno, para poder llegar a la verdad...la inmediata renuncia a su alto cargo?.
Ministro: ¿Renunciar?. ¡Jamás!. Sería una decisión equivocada.
Fiume: Querrá decir que su renuncia sería... un implicito reconocimiento de su culpabilidad.
Ministro: ¡No, no!. Yo no renuncio para poder dar mi batalla...desde una posición de privilegio. Desde mi puesto puedo controlar la investigación...tergiversar las pruebas, corromper testigos... puedo, en suma, desviar el sentido de la justicia.
Fiume: Señoría, ¿pero eso no es irregular y contrario a la ley?.
Ministro: No joven, yo a la ley la respeto.Y sobre todo a la ley del más fuerte. Y como en este momento yo soy el más fuerte, me aprovecharé. - Es mi deber principal.
Fiume: - ¿Deber hacia quien?.
Ministro: Hacia el electorado que me dio su voto.. .para obtener de mi: condonación de evasiones fiscales,...administración de negocios oscuros,...planes de diques mal construidos,... escándalos de chantaje, de contrabando de divisas,...
Fiume: Disculpe pero, ¿que cuernos está diciendo?.
Ministro: Yo estoy diciendo que el electorado ve en mi...a un prevaricador. Si contrariamente quisiera elegir...a un hombre probo, honesto y de bien... ¿iban a votar por mi?. Adiós muchacho. Vamos.
Fiume: Pero, pero...
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